viernes, 30 de noviembre de 2007

jueves, 29 de noviembre de 2007

SUELDOS Y SALARIOS:











SUELDOS Y SALARIOS:
lo mínimo, lo ínfimo y lo grotesco

Escribe Paul Walder – publicado en Punto Final – 28/09/2007

Las cifras sobre salarios que hace un tiempo reveló la encuesta Casen del Ministerio de Planificación (Mideplan) tienen directa relación con las de pobreza, publicadas por ese mismo ministerio. Una relación nada nueva o sorprendente: la pobreza en Chile tiene como causa principal los insuficientes ingresos. Pese a establecerse esta conexión evidente, hay también una serie de áreas opacas, que apuntarían a empeorar las cosas.
Lo que dice el gobierno, lo que logra sondear y traducir en números y estadísticas, refleja una realidad social y económica cruda y compleja. Si Mideplan publicó hace un par de meses que sólo el 13,7 por ciento de los chilenos vivía bajo la línea de la pobreza -unas dos millones 200 mil personas-, ahora confirma que hay un millón de trabajadores con ingresos iguales o menores que el mínimo. Si tenemos en cuenta que la población activa la conforman unos 6,5 millones de personas, aproximadamente el 15,3 por ciento de este grupo tiene o está bajo el salario mínimo. Hay, sin duda, una relación entre el grupo de bajos salarios y el grupo de pobres que detecta la metodología de Mideplan.
El asunto es qué mide esta metodología. Porque nadie cree que en Chile sólo el 13,7 por ciento es pobre si en Estados Unidos las estadísticas dicen que más o menos un trece por ciento de la población está en esa condición. Y lo mismo en relación a la Unión Europea, con un porcentaje similar. Obviamente, la explicación no resiste mucha argumentación: se trata de metodologías diferentes, que aun cuando tiendan a justificar las similitudes no logran explicar el sentido de "chilenizar" las mediciones de pobreza. Por cierto hay menos pobres, según esa estadística, pero ello no explica qué es ser pobre y qué es no ser pobre, ni tampoco mide ni conoce las verdaderas carencias.
La demanda de elevar el salario mínimo que lanzó hace algún tiempo el presidente de la Conferencia Episcopal, obispo Alejandro Goic, no sólo es un llamado a toda la elite política, económica y empresarial de este país a hacer algo por los trabajadores (no sabemos si legislar, discutir o simplemente rasgarse las vestiduras, como ha sido la reacción hasta ahora), sino que ha omitido conscientemente -pese a la ira de la senadora Evelyn Matthei-, todo el discurso económico instalado desde hace más de veinte años en cuanto el crecimiento, los equilibrios fiscales y macroeconómicos que llevarían a Chile al desarrollo. Esta oratoria, que cada año en un sarcástico ritual proyecta el fin del subdesarrollo y del tercermundismo, ha sido simplemente ignorada por Goic y la Iglesia Católica. La economía chilena lleva más de veinte años creciendo. Y durante la década pasada, sobre el siete por ciento. Pero las carencias endémicas de la mayoría de la población se mantienen.

El modelo, evidentemente, no sólo ha fallado para reducir la pobreza y el subdesarrollo, sino que ha transparentado su verdadera inspiración, que es la magnificación de las ganancias para las grandes corporaciones. De ello, ya no hay duda.
El gobierno, y especialmente la presidenta Michelle Bachelet, ha acogido este clamor que es, en estos momentos, más moral que político. Pese a ello, pese a proceder de la Iglesia Católica, coincide con la emergencia de movilizaciones sociales y laborales. La Iglesia de cierto modo ha recogido oportunamente el profundo malestar social y lo ha elevado a la categoría de demanda. Y así lo hizo nuevamente el 18 de septiembre durante el Tédeum ecuménico en la catedral de Santiago. El cardenal Francisco Javier Errázuriz lanzó otra vez esta demanda social ante la elite política del país. Nadie, desde la presidenta Michelle Bachelet, sus ministros y todo el espectro parlamentario pudo no haber oído la súplica. Pero, ¿es la Iglesia Católica chilena la encargada de modelar la agenda política, de construir los programas políticos?

VICARIO DE LOS TRABAJADORES

Teniendo en cuenta la falta de representatividad política, la Iglesia ha pasado a ser un portavoz, un vicario de las grandes masas de trabajadores y de ciudadanía sin posibilidad de expresión. No se trata de un mero cambio de discurso de las cúpulas eclesiásticas, sino de la capacidad de percibir la magnitud de los problemas no resueltos durante los años de democracia.
Lo que ha sucedido, y es esto lo más destacable, es el desplazamiento de las grandes corrientes de pensamiento. De cierta manera, la realidad, la simple percepción, ha comenzado a apartar a la tecnocracia y a todos sus métodos y estadísticas. Pese a todos los indicadores, a todas las variables exhibidas, a todos los grandes discursos, pese a la "señora Juanita", aquel invento de Ricardo Lagos, lo que queda claro al país es que permanecen las grandes carencias. Es más, la desigualdad ha aumentado junto a todos sus perversos efectos sociales. Ha quedado claro que con la actual estructura salarial, la pobreza y el deterioro social simplemente se reproducen.
El obispo Goic habló de un salario ético de 250 mil pesos, que contra todas las predicciones ha sido acogido por numerosas instancias políticas. No sólo la Cámara de Diputados se movilizó rápidamente para discutir la materia, también la Fundación Chile 21 ligada al Partido Socialista ha elaborado una propuesta concreta para convertir, de aquí a cinco años, el salario mínimo en uno ético.
Por cierto que la reacción es y será implacable. No sólo está la histeria y fundamentalismo de la senadora Matthei, también alcanza a los think tanks de la derecha. Hace un par de meses, durante el vergonzoso trámite que elevó el salario mínimo a escasos 144 mil pesos, el Instituto Libertad y Desarrollo publicó un documento que resumía y refrendaba la clásica proclama neoliberal que hemos venido escuchando desde hace más de veinte años: el aumento del salario mínimo genera desempleo, lo que perjudica a los más pobres.

DESIGUALDAD EN EL CORAZON DEL IMPERIO

De una u otra forma, este discurso conservador, asimilado también por la Concertación, hoy hace agua. Su hundimiento viene desde el corazón del imperio, que tras largos años de extremo neoliberalismo ha comenzado a recoger sus resultados. La actual crisis hipotecaria en Estados Unidos ha mostrado el colapso al que ha conducido la total libertad de mercado, aumentando la desigualdad en los ingresos a niveles históricos. Según cifras de 2005, el uno por ciento de los hogares más ricos obtiene el 22 por ciento del total de ingresos: más del doble de lo que obtenían en 1970. Esta es la mayor concentración de la riqueza en Estados Unidos desde 1928, cuando ese uno por ciento se apropiaba del 23,9 por ciento de los ingresos totales (citado en Inequality.org).
Entre 1979 y 2005, el cinco por ciento más rico de la población vio incrementar su riqueza en 83 por ciento; durante ese mismo período, el ingreso del cinco por ciento más pobre disminuyó en uno por ciento. Si en 1962 la riqueza del uno por ciento más adinerado era 125 veces la del promedio, ésta ascendió a 190 veces en 2004 ( U.S. Census Bureau). Según otra comparación para evaluar el aumento de la desigualdad, el uno por ciento más rico posee el 34,1 por ciento de toda la riqueza, más que el 90 por ciento de la población que sólo tiene el 28,9 por ciento de la riqueza. El otro nueve por ciento más rico es dueño del 36,9 por ciento.
Este proceso tiene su referente en los sueldos. Los altos ejecutivos, los CEOs (Chief Executive Officer), ganan 411 veces más que el sueldo promedio. Estos ejecutivos obtienen más del doble que sus contrapartes en el Reino Unido, Alemania o Francia y unas cuatro veces más que los japoneses o coreanos. Y lo que sucede arriba, sufre un proceso inverso entre los trabajadores (datos de Inequality.org). Entre 1949 y 1979 los salarios promedio en Estados Unidos se reajustaron en un 75 por ciento; desde entonces, sólo han aumentado un dos por ciento.
Las críticas al manejo económico del actual gobierno de Estados Unidos, que cumplirá, como la profecía, siete años en 2008, no sólo proceden de sectores radicales y de Izquierda. Paul Craig Roberts, que fue secretario asistente del Tesoro durante el gobierno de Ronald Reagan, escribía hace unas semanas que "el siglo XXI no ha traído a los norteamericanos (con la excepción de los CEO's, administradores de Hedge Funds y banqueros de inversión) ningún crecimiento en la renta real media de los hogares. Los norteamericanos han incrementado su consumo disminuyendo su tasa de ahorro al nivel de la gran depresión de 1933, cuando el desempleo fue masivo, consumiendo sus activos y elevando la cuenta de sus tarjetas de crédito. La capacidad de la población para continuar acumulando más deuda personal, como mínimo, está limitada".
Lo que dice el economista salta a la vista: el consumo en Estados Unidos durante los últimos años viene directamente ligado a la deuda, un fenómeno que no es único y que en otros países, como el nuestro, estaría también alcanzando sus límites. En España, un informe de la Caixa de Catalunya publicado hace pocas semanas reveló que la deuda de los hogares pasó desde el 70 por ciento de la renta familiar, en 2000, a 115 por ciento en 2006.

INGRESO Y POBREZA

Volviendo a la encuesta Casen de Mideplan, es posible establecer una relación entre la proporción de trabajadores que reciben el ingreso mínimo -o un salario menor a él- y la cantidad de personas que vive en la pobreza. En el primer caso se trata del 15 por ciento de los trabajadores, en el segundo, del 13,7 por ciento de la población. Bien sabemos que en los hechos la cantidad de pobres supera con creces a ese guarismo, lo mismo que la cantidad de trabajadores con sueldos insuficientes para solventar una mínima calidad de vida.
Según la Asociación Chilena de Seguridad (Achs), el sueldo promedio imponible que las empresas suscritas a la institución pagan a sus trabajadores es de 400 mil pesos, una cifra que sin embargo debe corregirse por diversos factores. Las empresas afiliadas a la Achs son 36.500, con un total de un millón 781 mil trabajadores, cifra que corresponde a sólo el 26 por ciento de la fuerza laboral chilena, estimada en seis millones y medio de personas. Si consideramos que las empresas suscritas a esta institución respetan la ley laboral y las normas de previsión y salud de sus empleados, podemos afirmar que se trata del grupo de trabajadores chilenos más afortunado, en términos de remuneraciones y seguridad social. Pero hay también otro factor no menos relevante. Estos datos no muestran la estructura salarial al interior de las empresas. Y si estimamos que la pobreza y la desigualdad social y económica en Chile está fuertemente marcada por los ingresos, es altamente probable que el grupo más alto, el de los ejecutivos, distorsione hacia arriba este sueldo promedio de 400 mil pesos.
Otros estudios han establecido el ingreso promedio nacional en unos 300 mil pesos. Si consideramos que según otras estadísticas de Mideplan el veinte por ciento más rico de la población obtiene casi el 50 por ciento de la renta nacional, esta cifra promedio estaría también muy distorsionada por los ingresos de las familias más ricas. La realidad nacional, si descontamos a ese grupo de privilegiados, estaría arrojando unos resultados de extrema precariedad, lo que ha sido percibido por la Iglesia Católica.
¿Y cómo hemos sobrevivido? La respuesta, tal como ha sucedido en otros países bastante más ricos que el nuestro, es a través del crédito, de la deuda. Los créditos de consumo del sector bancario han crecido durante los últimos años a una tasa cercana al veinte por ciento, lo que tiene un referente similar en los que otorgan las casas comerciales. Como señala Paul Craig Roberts, es imposible que se mantengan indefinidamente estos niveles de deuda entre las familias.
En Chile, ya es imposible. Tras las alzas en las tasas de interés decretadas por el Banco Central, el futuro se pone muy incierto.

¡Que nos pille confesados!

lunes, 26 de noviembre de 2007

MI NIETA


PREVENCION Y SEGURIDAD CIUDADANA







PREVENCIÓN Y SEGURIDAD CIUDADANA
ALGUNAS IDEAS PARA CONVERSAR

I.- INTRODUCCIÓN

Sin haber estudiado esta materia, pero basándome en lecturas muy generales y algo de experiencia de vida, quisiera hacer llegar a ustedes estas líneas.

Cada cierto tiempo, aparecen en los medios las estadísticas sobre delincuencia, in-seguridad ciudadana, temores de la población de ser afectados por algún delito contra las personas, la propiedad, los bienes y nuestras “cosas”.

Efectivamente existe una cantidad importante de ciudadanos que se ven afectados por diferentes tipos de acciones de terceros, los medios de comunicación venden, en la medida que mas atroz es la situación descrita, y se alimenta el morbo de las gentes.

Desde la noche de los tiempos, el “Homo Sapiens”, se ha visto enfrentado a todo tipo de agresiones, de sus pares o de personas o grupos ajenos, existen miles de teorías, que van desde las antropológicas que relacionan la agresión, los delitos, con la defensa territorial o mas actualizada esta tesis podemos decir la “defensa de nuestro metro cuadrado” , hasta los deterministas biológicos, que asumen que la agresividad es consustancial a la naturaleza humana, pasando por los que refieren todo a lo “social”.

Creemos que la “delincuencia”, es una combinación dialéctica entre muchos factores que adquieren mayor importancia, en diferentes contextos históricos, económicos y sociales.

No es lo mismo los hechos cometidos en “Democracia” que en “Dictadura”, en tiempos de “Paz” que en tiempos de “Guerra”, en situaciones de “Crisis Económica” que en tiempos de “Bonanza”.

Por tanto las respuestas que entreguemos a los Problemas de Seguridad Ciudadana, deben estar de acorde a un análisis profundo de las circunstancias y respondan a una valoración científica de los diferentes factores que están afectando a la sociedad en un territorio determinado, no es lo mismo una Comuna Rural que una Urbana, no es lo mismo la Región Metropolitana que la situación de Regiones, incluso hay grandes diferencias en una misma Comuna, en los diferentes sectores que componen ese Territorio.

El caso de la Comuna de Maipú puede ser demostrativo, no es lo mismo el Poniente que el Oriente.

En concreto no podemos aplicar el mismo Programa, la misma Medicina, a problemas similares en contextos diferentes.



II. – ORGANIZACIÓN VECINAL (COMITÉ DE PREVENCIÓN Y SEGURIDAD)

PAZ CIUDADANA y la derecha política, reducen el problema de la Organización Vecinal y la Prevención y Seguridad Ciudadana a una a respuesta de las gentes a los problemas relacionados con delitos contra la propiedad y las personas.

Sin embargo creemos que esta es una visión parcial que no lleva a la Organización Vecinal a ser sustentable y sostenible en el tiempo.
Ejemplo de ello es que una vez instaladas las chicharras de alarma o de haber transformado un basural en área verde, la organización de los vecinos pierde gran parte de su razón de ser.

Por tanto la Organización Vecinal debe estar alimentada en un horizonte de tiempo, mas allá de hechos puntuales o actividades circunstanciales, por un programa de acción a largo plazo, que comprometa en su desarrollo a los diferentes estratos etareos, que componen dicha comunidad.
Lo que interesa a los jóvenes quizás no atraiga a los adultos, las actividades para niños no nos sirven para el adulto mayor.

Un Programa de Trabajo, debe considerar cada Población, cada Territorio, cada Villa, como un caso particular con sus propias especificidades, categorías, valores, entorno, origen de sus habitantes, nivel de organización, contradicciones internas, líderes y luchas de poder.

Si bien consideramos y no desechamos la importancia de lo “DELICTUAL”, creemos que un Programa de Acción para la Organización Vecinal, por la razones expuestas en los párrafos anteriores, debiera considerar otros problemas que nos afectan como ciudadanos, lo cual ampliara las posibilidades de la Organización para desarrollarse y mantenerse en el tiempo.

Las tareas de Seguridad deben considerar muchas otras situaciones que ponen en riesgo nuestras vidas, nuestra capacidad física y sicológicas, sobre todo de nuestros niños y adultos mayores.

Existen riesgos en cada una de las actividades que realizamos, lo cual no significa vivir paralizado por el miedo, el temor, con agresividad y violentando nuestro entorno.



Podemos señalar algunas situaciones, como ejemplos, que pueden ser tratadas como temas propias por las Organizaciones Vecinales:

• Riesgos en el Hogar.
• Riesgos en el Colegio.
• Riesgos del Medio Ambiente.
• Prevención del Calentamiento Global.
• Prevención de Desastres.
• Violencia Intra-Familiar
• Educación Cívica y Comportamiento
• Riesgos en los Deportes. (Multicanchas, Skate, etc.)
• Incendios.
• Inundaciones.
• Movimientos Telúricos.
• Control de Basurales y Reciclaje.

Estas materias y muchas otras, de acuerdo a nuestra creatividad y voluntad, pueden alimentar un Programa de Acción y Capacitación para las Organizaciones Vecinales, lo cual podría dar sustentabilidad y fortaleza a estas en un horizonte de tiempo razonable.


III.- ESPACIOS PÚBLICOS

Junto a estos temas, creemos necesario establecer un Programa de Actividades de ocupación de los Espacios Públicos, ya planteábamos que no es suficiente con transformar un basural en área verde, sino que generar las condiciones para que los vecinos de acuerdo a su grupo etáreo, puedan desarrollar diversas actividades que permitan utilizar los espacios públicos, como un territorio propio y siendo la Organización Vecinal el motor impulsor de las iniciativas y ejecutores de ellas.


Estas actividades a su vez tienen otro objetivo, como es generar confianza y conocimiento entre los propios vecinos, creando espacios de dialogo, conversación y afectividad entre ellos.

• Actividad Física para Adultos Mayores.
• Campeonatos de: Domino, Brisca, Damas, etc.
• Juegos Infantiles Orientados a la Socialización y Aprendizaje de Normas de Convivencia.
• Campeonatos Deportivos y Concursos Culturales entre los Comités de la Comuna
• Teatro al Aire Libre
• Cine al aire libre y en locales vecinales, parroquias, locales municipales.
• Creación de Grupos Artísticos Vecinales.
• Concursos de “Cuenta Cuentos”.
• Concurso Literarios (Cuento, Poesía, Historia de la Población.)

IV.- FORMALIZACIÓN ORGANIZACIÓN VECINAL (COMITÉ PREVENCIÓN Y SEGURIDAD).

Creemos que cada Barrio, Población, Villa intervenida y en la cual se constituya un Comité de Prevención y Seguridad, debiera contar con una personalidad jurídica, que le permitiera participar en el mercado de proyectos culturales, deportivos, de seguridad, etc.

Esto permitiría en alguna medida asumir de forma autónoma por cada Comité los costos de las actividades planificadas y dar confianza a los miembros de este, de sus propias capacidades para desarrollar y ejecutar sus propios proyectos e ideas.


V. – A MODO DE CONCLUSIÓN

A riesgo de hacer el ridículo, he querido en estas breves líneas, lanzar algunas ideas que pueden o no ser consideradas, sin embargo representan una cierta preocupación en fortalecer el trabajo que la Coordinación de Prevención y Seguridad de la Municipalidad esta desarrollando con mucho esfuerzo y dedicación.

El tema de Seguridad Ciudadana es una materia que dado el contexto político que se avecina, será recurrente y utilizado en el proceso electoral, por tanto una correcta respuesta con participación de la ciudadanía como actor central, es la opción que nos parece adecuada para tales circunstancias.



ENRIQUE RAMÍREZ FUENTEALBA

sábado, 24 de noviembre de 2007

CARTOGRAFIA POPULAR PARTICIPATIVA







El territorio:
un lenguaje para la inclusión social
El desafío que se plantea para una sociedad inclusiva se refiere en lo esencial a saber dotar y crear las condiciones materiales objetivas que viabilicen la incorporación de la comunidad como agente y sujeto de las intervenciones que el Estado, a través de sus organismos, realiza en diversas materias: social, económica, delictual, urbana, entre otras. Esto exige articular los diferentes niveles de la administración a través de un lenguaje común que, con el uso de instrumentos consensuados, logre la comunicación y la transversalidad suficientes entre estado y ciudadanía, para hacer fluir el conocimiento entre las partes, y se logre, de este modo, hacer participar informadamente a estos actores, en las instancias democráticas de participación.
Este lenguaje común es, por excelencia, el territorio y sus diferentes espacios geográficos que coexisten y lo conforman, como continente de la diversidad y riqueza de facetas que el hombre despliega como ser social. Este criterio reviste una enorme importancia estratégica y conlleva una gran responsabilidad para la sociedad en su conjunto, puesto que es la Gestión Territorial Integrada (desde ahora GTI), sobre la base de sistemas abiertos y descentralizados -que representan las condiciones materiales objetivas-, el que posibilita una inclusión social duradera y permanente
En ese sentido, el territorio a escala comunal, y, por lo tanto, son los gobiernos locales, generadores de datos a escala grande, quienes mejor pueden hacerse cargo de la Participación Ciudadana a través de optimizar la GTI. La disponibilidad de datos digitales cartográficos a escala aproximada 1:1000, son cada vez más accesibles y económicos a través de tecnologías como las imágenes de satélite, y otros procedimientos de digitalización y actualización cartográfica que los municipios deben implementar. Además, una infraestructura de información territorial requiere de otras componentes como servidores, programas, recurso humano, entre otros.
Detengámonos en este punto, referido a las condiciones materiales objetivas de la GTI para la inclusión social, y realicemos las siguientes reflexiones: ¿es lógico y necesario hacer pulular soluciones insulares, es decir en cada municipio, para gestionar la información territorial? ¿Porqué derivar recursos fiscales para adquirir una infraestructura que sirva sólo a una municipalidad, si la misma, y sin más, podría entregar las herramientas de edición territorial para un conjunto de comunas?. Esto nos conduce metodológicamente a repensar nuestra ciudad a través de subsistemas que enfrenten asociativamente la componente económica asociada a este ideal de planificación de nuestro territorio con participación ciudadana y GTI. De otro modo, corremos el riesgo de tener infinitas soluciones aisladas, incomunicadas, cada una de ellas observando sólo su propio territorio y por tanto inoperantes para la GTI –recuérdese todas las variables territoriales son continuas en el espacio-.
En este escenario, los únicos beneficiados serían las empresas vendedoras de software y equipos computacionales.
Pero si somos capaces de concretar esta propuesta asociativa, sobre la cual ya se pueden mencionar hermosas y audaces iniciativas como es la conformación, luego de un año de trabajo silencioso de las unidades temáticas: desarrollo comunitario, urbanismo, juventud, etc, del paradigma de Ciudad Sur, con la asociación de diez municipios del sector sur de santiago (ver tabla: Comunas Ciudad Sur)- y si además soñamos con materializar Ciudad Poniente, Oriente, Norte y Centro-, estaríamos en un escenario propicio para crear las condiciones materiales objetivas que permitan la gestión integrada del territorio, es decir, la localización de todas sus dimensiones, con atributos disponibles y actualizados, para el análisis, la focalización de recursos, la toma de decisiones informada, la captura de recursos externos y, por cierto, lo que representa el motivo de este artículo, la inclusión social amplia y definitiva.
Nos seduce la idea de una participación ciudadana donde los actores sociales son educados en la lectura de su territorio y conocimiento del mismo. De este modo la Democracia Participativa cuenta con instrumentos tangibles de participación donde la subjetividad se reduce y los aspectos objetivos permiten consensuar con los diferentes actores las intervenciones a realizar.

Un ejemplo de organización
Talleres de Cartografía Participativa
La Municipalidad de Maipú cuenta desde el año 2004 con un Sistema de Información Geográfico corporativo, denominado Sistema de Información Territorial de Maipú-SITMA, con este recurso se está configurando lo que puede llamarse una comunidad informada a través de una cartografía participativa. Esta comunidad, en este esquema, lo conforma el municipio, con todas sus Direcciones, y los ciudadanos, ambos interactúan en base a un trabajo conciente usando las condiciones materiales objetivas de la GTI, que se mencionaron anteriormente, mientras los responsables directos capacitan transversalmente a los actores involucrados.
De este modo se están realizando los Talleres de Cartografía Participativa en las juntas de vecinos, con un doble propósito: por un lado, educar a los vecinos en la lectura de mapas,
Guillermo Tapia Díaz, Coordinador General del SITMA, explica a los vecinos la actividad a realizar en los talleres de Cartografía Participativa

se les ayuda a situarse e identificarse territorialmente con su comuna, unidad vecinal, villa
y predio o casa en donde viven. Se utiliza la información actualizada del SIG corporativo municipal, para comunicar a los vecinos, a través de este lenguaje común que es el territorio, todos los elementos que constituyen sus espacios públicos: lo existente y las carencias, como por ejemplo: luminarias en mal estado, hoyos en las calles, ocurrencia de delitos, señalética de tránsito, plazas, juegos, equipamiento, etc, todo volcado en grandes planos en papel (1:500 aprox.) y presentado digitalmente a través de proyecciones con data show. Todo dispuesto en forma rigurosa, para estar a la altura de nuestros vecinos y la participación ciudadana.
El segundo propósito del taller, es que en base al conocimiento territorial y de lectura de cartografía entregado, realicen los mismos vecinos una leyenda, con plumones de varios colores que se les deposita sobre la mesa, de modo que ellos mismos incorporen al mapa los objetos que de acuerdo a su experiencia son déficit o carencias dentro de su villa, y que son los requerimientos que busca recoger este taller- el conocimiento que tienen los pobladores
Reinaldo Segura, analista SIG, integrante de la Oficina de Información Territorial haciendo cartografía participativa usando todos los componentes tecnológicos.

sobre su territorio es irremplazable-. Así concluye a primera convocatoria a los pobladores.

El material de este modo recogido, es analizado por el Comité Técnico de Espacios Públicos, creado bajo la actual gestión Alcaldicia, y donde participan la totalidad de la Direcciones. Estas son invitadas a pronunciarse sobre los diferentes requerimientos de los vecinos, según sean sus competencias temáticas, de modo de dar solución a estos problemas. De este modo se logra que la participación
La Villa Valle de la Esperanza 1 fue el escenario del primer taller de Cartografía Participativa. Este taller consistió en enseñar a los vecinos del sector a leer mapas y reconocer los distintos objetos geográficos presentes en su sector. Por último, en amena conversación, fueron los propios vecinos quienes generaron un mapa temático en el cual identificaron las carencias que afectan a su barrio. De este modo la inclusión social a partir de condiciones materiales objetivas se hizo posible, capacitando a los vecinos para participar de manera informada


ciudadana se haga vinculante con la focalización de recursos municipales. Terminada esta ronda de consulta técnica a las Direcciones, se realiza el segundo taller de cartografía participativa, la “devuelta de mano“ que hemos denominado, y que contempla comunicar a los vecinos (alrededor de 50 vecinos que asisten), el compromiso municipal de solucionar, con acciones y fechas concretas, los déficit recogidos en el primer taller. Lo mismo que en éste, grandes planos y proyecciones digitales muestran las soluciones y las intervenciones a realizar.
En cuanto a los resultados, todas las acciones realizadas al interior de las villas son subidas al servidor de mapas del SITMA (www.maipu.cl/urbana), donde existen vistas en las cuales se puede ver de manera interactiva todas las intervenciones, junto con imágenes fotográficas que muestran la situación, antes y después de concretados los proyectos.

CUMPLEAÑOS NIETO




MAIPU UNA POLITICA BARRIAL




Maipú prioriza planificación barrial

Después de un intenso proceso de consulta ciudadana, la municipalidad elaboró una propuesta de reconfiguración territorial enfocada en la identidad y cultura de cada sector.


Por Millaray Navarro Ayala

Dividir para reinar es lo que aconsejaba Maquiavelo. Hoy, la propuesta es segregar para homogeneizar. Esta es la base del proyecto de reordenamiento territorial y administrativo que está elaborando el municipio de Maipú. Un planteamiento concebido junto a la comunidad que intenta otorgar un carácter identitario a cada enclave vecinal a través de la re conceptualización del barrio.La propuesta de planificación territorial estratégica se concibió después de estudiar algunas experiencias foráneas enfocadas en la identificación de los ciudadanos con su espacio y en la inclusión de la comunidad en la asignación de recursos para su hábitat."Existen modelos similares en la ciudad española de Bilbao, enclaves de Argentina o el emblemático caso de Porto Alegre. Pero esta propuesta es sólo para nuestra comuna y desarrollada en un proceso inédito de participación", explica Alberto Undurraga, alcalde de Maipú.El proyecto se inició el año pasado cuando el municipio se propuso idear un Plan Ciudad para los años 2010 y 2018, bicentenario de la Nación y de la comuna, respectivamente. Para ello se citó a un comité público privado y se invitó a la comunidad a plasmar sus inquietudes acerca de las necesidades de la comuna."Así nos dimos cuenta de que las personas querían volver a identificarse con la estructura barrial", comenta Igor Carrazana, director de la Secretaría de Planificación comunal, Secpla. Cuenta que la comuna está aún legalmente dividida en 36 unidades vecinales, que en el territorio comunal suman sólo 27, con límites claramente definidos, pero que ningún poblador reconocía como propias."Por ello decidimos redistribuir los límites comunales a través de unidades identificables. Así nació esta propuesta de dividir la comuna en 21 barrios", describe.Decisión popularEl cambio de conceptos se ampara en que la anterior división administrativa se enfocaba en la cantidad de población de cada unidad y de acuerdo a criterios establecidos por la autoridad local de turno.Mientras que la propuesta barrial asigna un valor a la pertenencia de los ciudadanos con su espacio, dividiendo el territorio en sectores con características culturales y socioeconómicas homogéneas establecidas por los propios vecinos."Nosotros propusimos los límites y ellos los discutieron y votaron a través de asambleas ciudadanas. Lo mismo ocurrió con la denominación de los barrios, que fue elegida por la comunidad de esa cada área específica", sostiene el Secpla.Esta nueva estructura disgrega a la comuna en 21 territorios muy disímiles en cantidad de habitantes y de superficie, pero comunes en identidad y necesidades, con el objetivo de generar una funcionalidad administrativa y equidad en la asignación de recursos para cada espacio.A su vez, cada barrio estará dividido en sectores barriales, sub territorios que serán operativos para la planificación y seguimiento de la inversión municipal, explica Angélica Crooker, coordinadora de la unidad de estudio y proyectos de Secpla.Esta segregación contempla establecer estructuras participativas en cada barrio, con el objetivo que sean éstas las que comuniquen al municipio sus inquietudes y necesidades para asignar y distribuir los recursos municipales.Así, después que los barrios estén formalizados legalmente, contarán con la autonomía necesaria para participar en procesos concursables que establezca el gobierno central.Esta nueva distribución administrativa ya está operando dentro de la comuna. Por ejemplo, el presupuesto municipal que se aprobará para 2008 contempla su distribución en 21 barrios.Dentro de estos fondos están considerados $300 millones para la segunda experiencia de presupuesto "Yo Participo", donde casa unidad barrial definirá, según sus propias necesidades y sin competir con las carencias de los otros espacios, en qué asignarán los recursos.No obstante, esta estructura aún no está legalizada. En estos momentos requiere de la aprobación del Consejo Municipal, que debe definirse al respecto en el mes de diciembre. Después de ello será aplicable como instrumento de planificación para otros procesos comunales.Y luego se vienen varios cambios. Igor Carrazana ya se anticipa a las nuevas modificaciones que requerirá el Plan Regulador Comunal de acuerdo a esta redistribución.Cambios al regulador"Con esta segregación se podrán detectar necesidades específicas que la actual normativa no contempla. Y como además la comuna tendrá que prepararse para la llegada del Metro, no se descarta una renovación general de la normativa urbana", indica el Secpla.Un camino que recién comienza, advierten las autoridades. "Esto es un proceso largo e intenso, pero es la única fórmula para que la configuración territorial sea valorado por la ciudadanía", indica Alberto Undurraga, alcalde de Maipú.Según el edil, estas planificaciones dependen exclusivamente de la voluntad de cada municipio, ya que no existe un marco legal orgánico que promueva este tipo de proyectos con participación ciudadana dentro de los municipios."Existe una carencia en el articulado legal para hacer más expeditos estos procesos, pero el foco lo tiene cada comuna y su visión de ciudad", aclara.Y el de Maipú ya está claro. Es el revival absoluto del concepto barrial.