lunes, 31 de diciembre de 2007

ECO BARRIO: UN EJEMPLO A SEGUIR


En Maipú se construirá el primer eco-barrio de ChileEscrito por Centro Cultural y del medio Ambiente "El Ceibo"Además se implementará un sistema de separación de las El eco barrio que se instalará en la Villa 4 Alamos de Maipú inaugurará su primera etapa el 26 de diciembre. La meta es que esté implementado totalmente en 2010 y para eso el proyecto se dividió en tres fases.La inauguración de la primera etapa llegará como regalo de Navidad y en ella se presentará un arboretum (plaza con variedad de especies arbóreas del centro de Chile) y la plaza de los frutales, lugar donde los vecinos podrán obtener alimentación de forma gratuita.Cambio de mentalidad"Esto requiere un cambio de mentalidad de los vecinos porque las calles quedarán como espacios peatonales y los vecinos deberán dejar sus autos en lugares especiales para ello", afirma Luis Márquez, encargado de conflicto ambiental y educ,ación del centro cultural, social y del medio ambiente El Ceibo.El ecobarrio tendrá que manejar sus desechos mediante el sistema de compostaje, se creará un anfiteatro para las artes, y los recursos energéticos serán tratados sustentablemente. Para eso se instalarán más luminarias públicas con energía solar.aguas grises y negras, donde se reciclarán las aguas más limpias.La Villa 4La villa está postulando a varios fondos internacionales y nacionales y ya se han aprobado los dineros para la primera etapa. Luis Márquez, confía: "Creemos que en 2010 podremos recibir el Bicentenario con el primer ecobarrio de Chile y acá en Maipú".Han pasado 33 años desde que la Villa 4 Alamos en Maipú fuera inaugurada en 1974. "Cuando se construyó se pensó para los obreros y sus familias. Por eso se puso una escuela, iglesias, negocios, áreas verdes y los departamentos donde vive la gente", afirma Luis Márquez.Durante el gobierno militar esta villa se convirtió en un conocido foco de conflicto y pasado el tiempo y con el regreso a la democracia los vecinos ya organizados comenzaron a organizarse para mejorar su calidad de vida.Hoy están embarcados en implementar el primer eco barrio en las 10 hectáreas con las que cuenta la villa.El concepto de ecobarrio se refiere a asentamientos urbanos con un componente social donde se integra el bienestar del medio ambiente y de la comunidad, se diferencian de las comunidades ecológicas porque están inmersos en medio de la ciudad, no son cerrados y porque son autosustentables.Las tres etapasPrimera: Incluye el arboretum y plaza de los frutales y la construcción de una biblioteca ambiental y la plaza de la Tierra.Segunda: Incluirá la implementación de toda la luminaria con paneles solares fotovoltaicos y la construcción de los entrepasillos que separan a cada block, además de un jardín temático.Tercera: Creación de los estacionamientos fuera de la villa, total implementación del sistema de reciclaje y compostaje, y el uso de energía renovable y separación de aguas.
Publicado por ENRIQUE EDUARDO RAMIREZ FUENTEALBA en 19:13 0 comentarios

domingo, 23 de diciembre de 2007

MAPA MENTAL CENTRO DE ATENCION MUNICIPAL "PAJARITOS"







Servicios del CAM:
Asistencia Social: atención de casos, subsidios y estratificación social.
CEDEP: Inscripción laboral, capacitación, asesoría en fomento productivo.
Organizaciones Comunitarias: asesorías en organizaciones y proyectos concursables.
Caja de pagos: agua (SMAPA), aseo, permisos y patentes comerciales.
Atención Jurídica.
Infocentro



Servicios de otros organismos:
Corporación de Asistencia Judicial.
Inspección del Trabajo.
Registro Civil.
Registro Electoral.

viernes, 14 de diciembre de 2007

SOMOS TODOS AFRICANOS

Afirma antropólogo: Todos somos africanos

Viernes 14 de Diciembre de 2007 20:10 El Mercurio Online

SANTIAGO.- Con la categórica afirmación de que "todos somos africanos", el doctor en Antropología, René Bobe, impactó al auditorio en su conferencia en el Museo Nacional de Historia Natural sobre los orígenes de la especie humana y su dispersión por la Tierra.Bobe afirmó que a partir de 2 millones de años atrás nuestros ancestros iniciaron migraciones desde África que culminaron en la actual distribución geográfica de nuestra especie, el Homo sapiens, que habita en casi todo el planeta. Durante una hora y media relató sus aventuras por Kenya y el norte de Etiopía, donde junto a un equipo multidisciplinario realiza excavaciones en terrenos áridos donde se encuentran rocas sedimentarias. En estos lugares hay una gran cantidad de fósiles mediante los cuales podemos descubrir la evolución del ser humano, tanto física como cultural. Hay sedimentos de hasta 4 millones de años, afirma René Bobe. Y agrega: El ser humano se ha tenido que enfrentar a complejas condiciones ambientales y ecológicas. Y lo que somos hoy de debe a estas adaptaciones biológicas y culturales, como por ejemplo la incorporación de la carne a la dieta. El científico abordó algunas investigaciones sobre antropaleontología como el descubrimiento en el año 2000 de Selam, (PAZ) un homínido infantil hembra de 3,3 millones de años de la especie Australopithecus afarensis. Este trabajo fue publicado en prestigiosas revistas como Nature y National Geographic. También destacó las diferencias entre humanos y chimpancés. Los primeros tienen los caninos más pequeños y son bípedos. Al término de la charla, los estudiantes hicieron preguntas e intercambiaron conocimientos. Siempre me ha interesado la paleontología y la evolución y hoy aprendí de donde venimos, señala Esteban Vásquez, estudiante de 1° Medio del Colegio Coronel Eleuterio Ramírez. Stephani Berríos, alumna de 2° Medio del mismo establecimiento educacional, dice que me pareció muy interesante porque había varios temas que desconocía. Aprendí sobre las distintas especies y entendí como llegamos a ser lo que somos hoy. Por su parte, René Bobe está iniciando proyectos paleontológicos en Chile, donde espera estudiar la historia ambiental y faunística de Los Andes del Sur.

Bobe en Etiopía.
Foto: Agencia.
Destacado currículum
René Bobe es PhD en Antropología de la Universidad de Washington en Seattle. Actualmente trabaja como profesor de Antropología en la Universidad de Georgia y como investigador asociado en Smithsonian Institution en Washington. Además es profesor visitante en Antropología en la Universidad de Chile.
El Dr. Bobe investiga la relación entre los cambios climáticos y los procesos evolutivos. Su especialidad es el estudio de mamíferos fósiles que proporcionan un registro del contexto ecológico y ambiental de la evolución humana en África.
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EL BOTARRIPIOS Y SANTA MARIA DE IQUIQUE

EL BOTARRIPIOS Y SANTA MARÍA DE IQUIQUE



Patricio Quiroga Z.



Los sucesos de la Escuela Santa María de Iquique (21 de diciembre, 1907) se inscriben en el doble contexto de la expansión de un sistema-mundo y de la dominación oligárquica a escala latinoamericana. La suerte del pampino es correlativa a la explotación del huasipungo y a la destrucción de la comunidad indígena y campesina en México o en Argentina. Estamos, por lo tanto, frente a un fenómeno que rebasa las historias locales. Aunque, como hecho histórico tiene las particularidades únicas e irrepetibles que se produjeron en una coyuntura crítica nacional. Entonces, relativo a la matanza acaecida en Santa María de Iquique, lo relevante para explicar el número de personas aniquiladas, son los mecanismos que explican el desborde, empresa que enfrentamos esta vez con el apoyo de la rica tradición oral que acumuló en el tesoro de sus recuerdos la familia del botarripios Alfonso Guerra .Presentación. Cuando Alfonso Guerra Cornejo arribó a la oficina salitrera ?La Palma? creyó haber dejado atrás una larga estela de miseria y desolación. Nacido en Llico, en 1888, había abandonado la heredad hastiado y fastidiado por las condiciones de vida que imponía el latifundio. Molesto por lo que consideraba como la sumisión al patrón, emigró a Santiago donde conoció la vida del conventillo y saltó de trabajo en trabajo, llegando a conocer en profundidad el hambre y las secuelas de la miseria; de manera que, cuando se fue ?enganchado? a probar suerte al norte grande lo hizo en la ilusión de haber logrado una posibilidad para labrar una vida mejor.Así fue como a principios de 1906 entró a trabajar como botarripios en la oficina salitrera ?La Palma?, donde al decir de Alfonso Segundo??Inmediatamente se percató que el Dorado estaba lejos, las condiciones de vida en medio de esas soledades eran paupérrimas, las jornadas de trabajo eran extremadamente largas, no había legislación laboral, los trabajadores tenían que comprar sus herramientas. No era todo, escaseaba el agua que había que comprarla, el salario era pagado en ?fichas? y la ?pulpería? convertía al trabajador en un cliente cautivo y endeudado. Incluso la famosa ?carreta enflorá?, es decir, el servicio de prostitución que brindaba servicios de oficina en oficina, cada cierto tiempo, era una fórmula de extracción del magro salario, esmirriado también por la proliferación de la venta de alcohol. Ahora bien, si agregamos a esta situación la inclemencia del desierto con sus secuelas de polvo y soledad, recién vislumbraremos la reacción de mi padre en 1907, un joven de 17 años que ya convertido en obrero del salitre, no dudo en incorporarse a la protesta de lo que llamaba los parias del capital? .El testimonio oral que nos presenta Alfonso Segundo a cien años de la ?Hecatombe?, como denominaron los pampinos a la matanza de la ?Escuela Santa María de Iquique?, permite volver sobre un tema ya tratado por avezadas plumas. El objeto de este trabajo, entonces, es rendir un homenaje sobre un asunto del cual escuché hablar muchas veces a mi propio padre porque cuando bajaba de Zapiga a Iquique llevando para vender productos de pan llevar aún escuchaba en susurros relatos de la matanza. Es también la ocasión para aportar con puntos de vista del lego en la materia a la ya larga contribución que nos brindan los especialistas en el período .Los sucesos. Según Alfonso Segundo su padre se había venido al norte encandilado al escuchar las palabras de un hombre de levita del cual lo que más recordaba eran sus brillantes colleras, el sombrero de tongo y la facilidad de la palabra; se trata sin duda de un enganchador . El impacto entre las expectativas de vida y la realidad debió haber sido brusco al llegar, de manera que es absolutamente comprensible la decisión de votar la huelga, preparar un pequeño apero para el viaje, subir a una carreta y comenzar la bajada a Iquique.En realidad Alfonso, el barrerripios, llegó al norte grande en circunstancias que en los campamentos salitreros era evidente la presencia de un profundo malestar pampino presente desde hacía ya un par de décadas y que desde 1904 - a lo menos - se había transformado en la acción política que derivó en la coyuntura crítica de fines de 1907. En efecto, en 1904 la preocupación de las autoridades sobre la ?cuestión social? se reflejó en la creación de la ?Comisión Consultiva del Norte?. Pero, lamentablemente para los trabajadores, las sesiones de doce notables dirigidas por el Ministro del Interior terminaron sin resultados. A continuación en 1905 se produjeron los acontecimientos que condujeron a la huelga de la oficina ?La Palma? y de los estibadores del puerto de Iquique. Estado de cosas acrecentado en 1906 cuando la oligarquía impidió asumir el cargo de diputado a Luis. E. Recabarren y en que a través de sendas maniobras habían impedido a los actores de la Mancomunal iquiqueña tener representació n en el sistema político. Pero, no es todo, en circunstancias que los trabajadores del desierto exigían mejoras salariales (salario fijo), descanso dominical, jornada de ocho horas, desayuno para mejor soportar la dura faena y enfrentaban el sistema de las pulperías, el gobierno resolvió aumentar el sueldo de los funcionarios de las reparticiones públicas en momentos en que arreciaban ? además - la inflación y la devaluación de la moneda. En otras palabras, al igual que en 1890, los propietarios intentaron trasladar el peso de la crisis a los trabajadores del salitre .Así, la escena para el drama estaba preparada, aunque a manera de entreactos debe tomarse en cuenta que la agitación y protesta obrera eran una constante desde 1890, como ha demostrado en su monumental trabajo S. Grez . Acto seguido, desde ?La Palma? bajó un voluminoso contingente. Alfonso Guerra hizo el trayecto en una carreta perdida en medio de una abigarrada multitud. Según cuenta nuestro interlocutor??Nunca más mi padre vio algo igual, no obstante haber vivido, años más tarde, el esplendor de la concentración política. Siempre contaba que desde Zapiga confluyeron las gentes de Tiviliche, Sacramento, Aragón, Enriqueta, Hervatska y California y que en la marcha venían mujeres, niños y muchos peruanos que vendían sus diarios y hablaban sobre la gran huelga de El Callao. Le llamó también la atención la numerosa representació n de ?paisanos? bolivianos, peruanos y argentinos. La presencia de la pobreza le gravó la imagen de los harapos al viento y de las pieles curtidas que se fundían con los colores de las banderas peruanas, argentinas, bolivianas y chilenas, que se meneaban junto al ritmo de las talcas peruanas y quenas bolivianas, son algo que siempre tuvo muy presente, así como la presencia de los ?coolíes? chinos que ahora, después de haberse pasado al bando chileno, cuando la guerra del Pacífico, le reclamaban al Estado chileno su abandono y postración. Todos marchaban confiados en encontrar solución a sus problemas?!la idea de la muerte no tenía cabida¡?Así fue como fueron llegando los pampinos a Iquique. ¿Cuántos?...nunca lo sabremos a ciencia cierta. No quedaron registros. G. Salazar afirma que eran entre quince y veinte mil ? ¿incluyendo niños y mujeres? Lo cierto es que en Iquique confluyeron dos fuerzas, la de un movimiento huelguístico local que languidecía representado por la ?Sociedad Combinación Mancomunal de Obreros? y la de los pampinos . En efecto, como resaltan las publicaciones subalternas de la época, el cuatro de diciembre los empleados del ferrocarril (salitrero y urbano) y los cocheros de Iquique declararon la huelga exigiendo el pago de los salarios a cambio fijo, cuatro días después el paro se extendía a los trabajadores portuarios, movimientos que serían reforzados con el arribo masivo de los obreros salitreros a partir del día quince, los cuales mostraron el peso de su movilización paralizando Iquique, e instando, a través de una convocatoria firmada por José Brigg y Nicanor Rodríguez, a la instalación de una alianza amplia al invitar a constituir, el Comité Central Unido Pampa e Iquique, cuestión recusada por Abdón Díaz a nombre de la dirección de la Mancomunal.Iquique fue copado . Los sindicatos se hicieron estrechos, los alimentos escasearon y se tuvieron que habilitar por doquier locales para albergar a los huelguistas. En la ?Escuela Santa María?, siguiendo el relato de Guerra Cornejo, la vida transcurría tensamente, las conversaciones, los juegos de cartas y la música eran interrumpidos frecuentemente con noticias sobre las negociaciones. Incluso para facilitar las cosas los mineros del caliche habían delegado la representació n en manos de A. Díaz para que este intermediara ante el Intendente, Carlos Eastman. Pero, los patrones como concuerdan, casi todos los historiadores, se negaban a firmar cualquier acuerdo y especialmente a establecer un salario fijo. Sin embargo, no obstante las dificultades, demócratas , mancomunados y anarquistas , aún confiaban. Por lo que es evidente que carecían de informaciones sobre los movimientos y decisiones de la oligarquía, al mismo tiempo que sobredimensionaban la fuerza de la huelga y que no comprendían los mecanismos de funcionamiento del Estado oligárquico. En ese sentido ya el día dieciséis el intendente subrogante había pedido refuerzos militares al Ministro del Interior, Rafael Sotomayor. Por otra parte, ya se habían puesto en funcionamiento los mecanismos estatales que generaban opinión, castigo y disciplinamiento al desacreditarse el movimiento y condenarse la indisciplina de un grupo excluido considerado como el último eslabón de la escala social .Como fin de acto sobrevino la metralla. Para Alfonso, el botarripio, la vida se transformó de pronto en un infierno??Estaba al interior de la Escuela Santa María, los propios dirigentes para evitar mayores roces les habían pedido que permanecieran dentro del recinto. Ya había pasado el medio día, sería media tarde, cuando sintió los primeros gritos y las carreras. Pero, todavía no captaba lo que estaba sucediendo afuera, solamente se le aclaró el panorama cuando sintió la primera ráfaga de ametralladora, luego vino una segunda y finalmente una tercera, acompañada después del ruido cadencioso de los disparos de fúsil. Luego vinieron los gritos de terror. No sabía que hacer, esperó largo tiempo y quiso correr, pero ya era tarde, cuando se dio cuenta lo estaban arreando?se había convertido en un preso. Los marinos lo habían capturado junto a su amigo Eduardo Lara futuro padrino de Alfonso Segundo. Luego los separaron y lo llevaron a la playa, donde en horas de la noche, junto a otros presos, comenzó a ser trasladado a un barco, sin embargo, con un golpe de suerte y ayuda de la oscuridad, pudo tirarse al mar y salir a nado para que posteriormente manos piadosas le brindaran ropa, comida y ayuda, para después de un tiempo de ocultarse volver a refugiarse a Llico?.El escarmiento no fue improvisado. De hecho se produjo cuando ya se habían concentrado tropas provenientes de los regimientos Chacabuco y Esmeralda, del crucero Zenteno y de los transportes Rancagua y Maipú. El oficial al mando ? Roberto Silva - tenía experiencia en combate pues había participado en la guerra con Perú y Bolivia, de manera que conocía las técnicas del combate regular, además había estado presente en las batallas de Concón y Placilla en 1891. Dominaba, por lo tanto, principios básicos de la racionalidad militar como son las nociones de combate en localidades, aniquilamiento de la fuerza viva del enemigo, cooperación de fuego y proporcionalidad en el empleo de la fuerza, de manera que no hubo posibilidad alguna de un exabrupto. Operó de acuerdo con la racionalidad vigente en el ejército recientemente profesionalizado por la oligarquía . Además, para diferenciar entre una guerra regular y un movimiento de rebeldía popular, que al final de cuentas son civiles desarmados, tenía a su haber la investigación sobre los motines populares de 1903 en Valparaíso, el sofocamiento de una huelga obrera al interior de Tocopilla en 1904, además de haber sido llamado apresuradamente a Santiago cuando se produjo la ?Huelga de la Carne? (1905) . Por eso, es impensable justificar la acción por un error de cálculo o una provocación, esto es imposible en una institución ?prusianizada? en que se había impuesto el principio del mando jerárquico, y que además - precisamente en 1907- comenzaba la ?gran reorganizació n? de sus filas, la orden oficial para la masacre provino indudablemente desde las alturas de la jerarquía, en este caso de Pedro Montt y su ministro del Interior .La derrota de los pampinos fue contundente, inapelable, miles pagaron la osadía de haber alzado la voz, incluso algunos estudiosos del tema estiman en 2.500 el número de víctimas?el total tampoco nunca se sabrá; además los chilenos sabemos por experiencia cercana que junto a la fosa común se encuentra la fosa clandestina y que, el mar, la montaña y el desierto, también se abren para cobijar al caído?Acto seguido comenzaron las secuelas: la proscripción, las listas negras que negaron el trabajo, el agravamiento de las condiciones de vida del núcleo familiar, la reorganizació n, las expulsiones del país, y por sobre todo, la expansión del miedo-del-derrotado , agravado por el silencio que recayó sobre los hechos.Pensando la derrota. Pero, como diría un viejo autor, los hechos, ?los porfiados hechos? salieron poco a poco por los intersticios de la censura, rendijas por donde numerosos historiadores, luego de configurar los sucesos, han logrado notables avances en la investigación. En efecto, laboriosamente, al menos dos generaciones de estudiosos han reconstruido en lo sustantivo los acontecimientos, interpretándolos (H. Ramírez), reconstruyéndolos en profundidad (E. Devés), mostrando al hombre de la pampa (S. González), sacando a luz el rol del anarquismo (Míguez y Vivanco), las continuidades en la lucha social (S. Grez), la rebeldía pampina (J. Pinto), el perfil del represor (I. Goicovic), la politización (P. Artaza), etc.Contribuciones en las que hemos detectado algunos silencios, sobre los cuales quisiéramos aportar, como el referente al tipo de capitalismo que enfrentaron los obreros (habidas excepciones) , omisión importante por cuanto la suerte corrida por los parias del capital se enmarcó en la expansión que experimentó el capitalismo latinoamericano. Empero, sorprendentemente, el holocausto pareciera cobrar vida propia al girar el análisis casi exclusivamente en torno al marco de lo-nacional en circunstancias que la expansión del sistema-mundo, estaba operando en todas direcciones incentivando el fortalecimiento de una economía-mundo. En otros términos, pareciera estar faltando una unidad de análisis central, la del capitalismo- de-los-bordes o, al decir de I. Wallerstein, la unidad del capitalismo periférico ; es decir, el de la gradación más baja del sistema-mundo, sociedad en que existían formas de trabajo salariales y relaciones económicas, como el trabajo semi-libre, la ficha-salario, la explotación servil, etcétera, constituidas en formas distintivas del capitalismo- de-los- bordes.Según Alfonso Segundo, ?la sobredimensió n de lo estrictamente nacional no estaba en la mente de mi padre, esto debió haber sido una interpretació n posterior al conflicto y posiblemente tiene que ver con la ideología que impulsó la chilenización. El viejo tenía bastante información sobre las luchas de las Internacionales, de boca de dirigentes anarquistas europeos que trabajaban con él, se había informado de la semana trágica de Barcelona. También debió haber tenido conversaciones con lectores del marxismo porque siempre decía que por esos años ?un fantasma recorrió Tarapacá?, límite geográfico que constituyó su vida por aquellos tiempos y al que le asignaba una gran importancia por una sencilla razón, allí operaba un capitalismo diferente con rémoras coloniales como la ficha salario. Recuérdese, además, que también se usaba el mismo cepo con que habían disciplinado a los coolíes chinos en la época de la bonanza del guano. Es, entonces, ese capitalismo el que enfrentaron obreros, comuneros aymaras y extranjeros arraigados en una geografía específica y con una gran diversidad de lenguas, gustos y visiones-de- mundo?.Los pampinos, entonces, enfrentaron un tipo de capitalismo que configuraba una unidad específica caracterizado por su inserción en el sistema-mundo desde el siglo XVI, en la cual - a diferencia del capitalismo central - el Estado estaba concebido a imagen y semejanza de la oligarquía dominante, la escena productiva salitrera había emergido como consecuencia del auge industrial y mercantil externo, constituyéndose una sociedad en que las modernas clases sociales aún estaban en formación, estado de cosas sobre las cuales presionaban viejas herencias negativas , y la presencia poderosa de formas de vida propias de una franja cultural que todavía no había sido alterada significativamente por la guerra de 1879, sociedad que además debió enfrentar el impacto que significó el paso del capital de la libre competencia al monopólico, cuestiones que dificultaban la acumulación haciendo aumentar la resistencia al cambio del grupo dominante. En consecuencia, lo que se estaba experimentando en aquellos años era la transición de un tipo de capitalismo a otra fase, panorama en que las relaciones precapitalistas eran en realidad parte del paisaje del capitalismo- de-los-bordes que había irrumpido en estas latitudes, mucho menos existía un Estado semifeudal . El capitalismo de esos años era lo que era, una desgracia, un retroceso que aunaba en sí mismo deformaciones en su estructura productiva, conflictos sociales, Estado excluyente-patrimon ial y culturas enfrentadas.Otro silencio importante, en nuestra consideración, es el mutismo respecto a la dimensión continental que llegó a tener la oligarquía, cuya presencia fue común a toda América Latina. Y, aún cuando, los especialistas difieren un tanto respecto al concepto como a los criterios de periodificació n, es innegable la estampa de esta en toda la región entre 1880-1930, como sugieren, entre otros, el chileno J. Chonchol , el peruano H. Bonilla , o el especialista en historia boliviana H. S. Klein .?Mi padre siempre decía que existían amos del capital y que estaban en las grandes capitales y puertos de América Latina. En sus correrías en busca de trabajo conversó con muchos gañanes, trotamundos como él, libertarios que de esa manera evitaban las cadenas del capital (como siempre acentuaba). Al calor del fogón y del vino fraternal circulaban las noticias provenientes de Argentina, Perú y Bolivia ? preferentemente - y siempre aparecía la referencia a los hombres de levita, a la mujer de mantón, pálida y delicada ?sin carnes, poco rellenita? gente con aversión al trabajo y desprecio al ?roto? chileno, al ?cuico? boliviano o al ?cholo? peruano, y se molestaba cuando recordaba el desprecio con que los patrones se referían a los trabadores y ?su prole? y a la sugerencia de ?mejorar la raza?. Esos eran sus recuerdos de lo que de joven denominó como ?futres? y de viejo oligarquía?.Desde sus inicios la oligarquía, convertida en la elite-reinante del capitalismo- del borde-latinoamerica no, condenó al subalterno a la explotación, al arrinconamiento, o a la extinción. Sus orígenes están ligados a la activación del comercio exterior experimentado entre 1850-1880, aceleración que motivó su expansión hacia el interior con el consiguiente arrinconamiento y eliminación de la población indígena, como fueron, la ?Conquista del Desierto? (Argentina) y la ?Pacificación de la Araucanía? (Chile), sucesos a los que deben agregarse la expropiación de las tierras de la iglesia en países como México y Colombia y la presión sobre las comunidades andinas. En otras palabras, en los países centrales, el efecto combinado de la segunda revolución industrial, la revolución verde, la expansión colonial y el aumento demográfico de la población, elevaron la demanda de alimentos, materias primas y mercados, generándose la expansión, especialmente del capital inglés, hacia la región en calidad de capital asociado con la oligarquía en cada país. Por otra parte, la presión de esta por ampliar sus pertenencias, para satisfacer las necesidades del mercado, tener opción a la alianza con el capital británico y acceso a las manufacturas, los incorporó en plenitud, como capitalismo periférico, al capitalismo de la libre competencia el que les aportó una nueva racionalidad económica, un salto en la infraestructura, un nuevo lugar de las economías nacionales en la economía-mundo y una nueva visión-de-mundo (positivismo) .El período de elaboración del proyecto fue continuado por el de la consolidación, aproximadamente entre 1880-1914. Fueron los años en que las economías de la región se transformaron en primario exportadoras, convirtiéndose en dependientes, por lo general, de un solo producto; así fue como salieron de Chile el salitre, el cacao de Venezuela, el café desde Colombia, el banano de Centroamérica, el estaño de Bolivia, etc. En líneas generales, la revolución conservadora tuvo efectos positivos para la construcción del Estado oligárquico, implicó la creación de riqueza, estabilidad política, fortalecimiento de los Estados nacionales y mayores recursos fiscales . Aunque, no debe perderse de vista, que esto fue sobre la base de la combinación entre la exacción de plusvalía absoluta, permanencia de formas salariales antiguas y coerción. En ese contexto, llegó el ferrocarril a La Paz, los frigoríficos para la industria de la carne a la Argentina, las nuevas instalaciones para la elaboración del salitre a Chile, en un contexto en que el mundo experimentaba una verdadera revolución en los transportes y las comunicaciones. La modernización de las infraestructuras nacionales mostraría así, ?un aumento espectacular de la riqueza de la región? ? por doquier, se extendió el telégrafo, cambiaron los gustos y apareció un modo de vida que diferenció a la alta sociedad de los subalternos.Pero, la prosperidad no fue para todos. Los mecanismos constitutivos del capital periférico, del dominio oligárquico, y de la construcción estatal, no contemplaban en este caso a chancheros, retiradores, ripiadores, güincheros o botarripios, o mejor dicho, a ninguna categoría subalterna. Estos estaban contemplados como simple mano de obra (¿o casi herramienta hablantes?); por eso, por ejemplo, miles de indígenas de las serranías andinas fueron enganchados, capturados o reclutados, a través de levas forzosas, para trabajar en la producción del caucho, situación similar que habrían de padecer en la producción salitrera trabajadores chilenos, peruanos, bolivianos y argentinos. En fin, la modernización eurocéntrica impulsó la constitución de un capitalismo que tuvo un pilar importante en la coacción extraeconómica y en compulsivas normas de disciplinamiento laboral. Pero, no vaya a pensarse que estos fueron los únicos mecanismos de la dominación.Un tercer silencio, en mi consideración, es el relativo al problema del Estado, por cuanto, en la relación que se estableció entre la oligarquía y este, está la explicación del ciclo 1891-1930 .Para Alfonso Guerra el carácter del Estado estuvo siempre claro, según cuentan sus hijos. ?Esta fue quizás la gran enseñanza que le quedó después de participar en el ?holocausto? . Le tenía una desconfianza innata. El Estado no iba con mi padre, después de Santa María se generó concientemente en él una aversión total, para él el Estado era un instrumento de los poderosos para mantener sus riquezas, siendo apoyado en esa dirección por lo que el denominaba como ?La trilogía?, es decir la trenza entre el burgués, el cura y la milicia, por lo tanto a su juicio el Estado no podía ser enfrentado para reformarlo, sino para destruirlo, tampoco compartía la tesis de la extinción del Estado, para él solo había una solución para la regeneración de sus queridos pampinos y otros pobres: la destrucción. Aunque siempre insistió que ese Estado que el conoció en la pampa, que era un Estado que no contemplaba al trabajador, que los despreciaba, no obstante, los mantenía ocupados sin preocuparse mayormente, hasta que empezaba la agitación y allí actuaba, por lo general, a través de los militares?claro que en ese tiempo no existía la policía nacional?.Ahora bien, la captura del poder es también común para toda la región, circunstancias en que lo que cambió fueron los procedimientos: la guerra externa (Bolivia), el conflicto entre liberales y conservadores (Colombia), la invasión (Puerto Rico). Así, a través de diversos procedimientos la oligarquía capturó por doquier el Estado y lo transformó, lo que demuestra que el Estado no es único ni homogéneo en el tiempo y que por el contrario es una categoría que se va transformando, siendo en este caso la oligarquía, el núcleo de hacendados / latifundistas, grandes mineros, financistas y exportadores / importadores, el que impulsó el cambio, hegemonizando la integración al sistema capitalista mundial, categorías que además de conformar un frente común de propietarios, detentaron el poder político, económico, social y cultural, constituyéndose en una forma de dominación que ? además - practicó el reclutamiento cerrado para las funciones de gobierno y la exclusión total de las capas subalternas .El Estado-capturado fue, entonces, el resultado de la combinación de una serie de factores históricos que entrelazaron: el sistema-mundo, la oligarquía, el modelo primario exportador, el enclave productivo, las fuerzas armadas, el movimiento popular y la iglesia (católica). Las demandas del mercado internacional fueron satisfechas por una oligarquía que controló la totalidad del poder, adecuando a la sociedad para girar en torno al modelo primario exportador, por lo cual debió controlar y resguardar el enclave productivo de los embates de los productores, función que encomendó a las fuerzas armadas que fueron profesionalizadas y puestas en disposición de confrontar a las comunidades, al mundo popular y a la clase obrera, acción en que encontraron apoyo y comprensión de una iglesia que era parte integrante del Estado y que se mantenía aún enclavada en el antiguo ?ideal de cristiandad? , es decir en la visión de un mundo jerárquico e inconmovible .El Estado que emergió, como toda forma de Estado, fue un constructo histórico, una creación para ejercer dominio, constituyó una forma de Estado que guardaba congruencia con el tipo de capitalismo, es en ese Estado ? entonces - donde deben buscarse los mecanismos de dominación teniéndose en cuenta que la combinación de factores históricos fue siendo reforzada simultáneamente con los mecanismos de funcionamiento estatal, producto de lo cual fue emergiendo el Estado-capturado. Por lo tanto, a un Estado que se ubicaba en el capitalismo- de-los-bordes y que se integró en la división internacional del trabajo de la economía-mundo, no puede dársele un tratamiento teórico como si fuera un Estado liberal retrasado por la permanencia de relaciones precapitalistas. Nada de eso, aquel no era un Estado liberal con sus tradicionales funciones de vigilar, castigar, mantener el orden interno y preservar la soberanía. Insistir en esa dirección no deja de ser un tributo a la concepción clásica de Estado y evitar enunciar las características del Estado que enfrentó el joven botarripios Alfonso Guerra.¿Cuáles son esas características, entonces? Este es un Estado en que luego de la guerra civil se produjo un acuerdo entre la oligarquía local y nacional triunfante a partir del debilitamiento del poder presidencial, acuerdo que garantizó fundir lo público con lo privado, darle un rango patrimonial a la presencia de las diversas facciones respecto al Estado, para lo que fue muy importante la ausencia de regulación y la repartición equitativa de la autoridad.En otras palabras, estamos ante la ausencia del estado de derecho, convertido ahora en un formalismo. Acto seguido, siguiendo en esto a E. Fernández , se activaron cuatro exclusiones respecto al subalterno: la social, la política, la administrativa y la legal . Concentrado el poder y excluidas las capas bajas, la coerción se torno prevalente respecto al consenso, por lo que estamos ante una forma de Estado premoderno, en el cual la sociedad política lo es todo, trasgrediendo incluso los espacios de la sociedad civil. Así, en el plano jurídico, se hizo presente una legislación excluyente y represiva; en el institucional, gobierno, parlamento, fuerzas armadas e iglesia, fueron transformados en soportes del Estado, dirigido por una elite que se apropió en su beneficio del sistema político (régimen de gobierno, sistema de partidos, etc.). Invasión que llegó hasta la sociedad civil al mantener la dominación a través de la iglesia católica, convertida en un aparato ideológico de Estado, y de la escuela, esta última restringida por la falta de una ley de educación primaria obligatoria. Pudiendo señalarse lo mismo respecto a la tradición por cuanto esta fue utilizada para generar sometimiento a través del rito y el símbolo.En suma, entre 1891-1930 la oligarquía construyó un Estado que fundió en su beneficio sociedad civil y sociedad política y que operó a través de mecanismos gubernamentales e institucionales adaptados a sus necesidades, sin dejar lado la febril actividad que caracterizó a la revolución conservadora. Es un Estado en el que la sociedad civil lo es todo y en que el universo social subalterno no está considerado, sino como mano de obra. Por eso, la envergadura de la rebeldía pampina es encomiable y sorprendente, enfrentaron al Estado en el nivel local tarapaqueño sin más armas y apoyo que su fuerza propia.?Mi papá decía que no tenían en quién confiar como no fuera en la fuerza de los trabajadores del puerto y de la pampa. Permanentemente recalcaba que entre las motivaciones que tuvo para bajar estaba el entusiasmo de gente mucho mayor que él en la organización lograda, en la amplitud del movimiento. Según él, sus compañeros de ruta más viejos le habían contado que unos quince años antes todo reclamo terminaba con asaltos e incendios y la consiguiente matanza de ?rotos?. Y si de mirar al pasado se trataba la cosa había sido mucho peor después de la guerra. Pero, ahora era diferente porque estaban organizados. Por eso contaba que la mayoría de los pampinos estaban dispuestos a bajar a Iquique, a sabiendas que allí también había una huelga, pensando que podían hacer uso del tradicional derecho al reclamo que siempre había existido en la zona, desde los tiempos remotos. Pero, ahora había algo nuevo - recalca Alfonso Segundo - se había puesto de pié un vasto movimiento social con apoyo de las emergentes organizaciones políticas y con un tenue proyecto de transformació n social?.(Re) valorización del holocausto. El Estado-capturado fue una construcción social destinada a ejercer dominio, no estaba planteado para redistribuir el excedente, elaborar leyes sociales, mejorar las condiciones de vida, o satisfacer la necesidad de descanso del productor; por lo tanto, entre sus funciones no estaban las del Estado benefactor o asistencial .Es este Estado ? ni más ni menos ? el que enfrentaron los parias del capital, determinación tomada en condiciones absolutamente adversas. En aquellos años la oligarquía preocupada por la ?criminalidad, el bandidaje y las huelgas?, reforzó el papel policial de las fuerzas armadas, aumentando extraordinariamente el número de detenidos a través del país y con ello las tensiones sociales. Según F. Fischer, entre 1892 y 1904, los chilenos encarcelados por algún motivo llegaron a la cifra de 497.000 personas, esto es el 15,3% de la población . En Tarapacá hacia 1902 habían 6.550 reos, representando el 6.4% de las gentes, en otras palabras, por cada 50 personas había un detenido, situación ante la cual protestó el mismísimo Emil Körner, el general prusiano-alemá n que había reformado el ejército después de la sublevarse en 1891, considerando que las fuerzas armadas se estaban alejando de su misión. Por otra parte, deben tomarse en cuenta una serie de factores que dificultaban la acción política y social como: el control, el castigo y las restricciones impuestas por los propietarios (prohibiciones de reunión o lectura de diarios), las distancias que dificultaban la comunicación, el analfabetismo (según censo de 1895, el 50% de la población era analfabeta), la diversidad de lenguas e idiosincrasias, la lentitud de la circulación de noticias, la falta de recursos, o el mismo debate interno.Tomando en cuenta la adversidad resulta extraordinario el proceso de toma de conciencia de los subalternos, habida cuenta que la hegemonía se ejercía por la doble vía, como dirían Foucault y Gramsci, de vigilar/controlar/ castigar, a través del aparato público de la sociedad política; y, a través del consentimiento espontáneo del dominado forjado por la confianza de la clase dominante, el estímulo a la resignación impulsado por la iglesia y el respeto a la tradición y simbología remachado por la escuela. La ruptura de este doble vínculo es lo que convirtió al subalterno en actor social.La toma de conciencia indudablemente fue previa al conflicto y no fue un proceso fácil, la forja de la razón proletaria llevó vidas enteras, un tiempo largo rastreado por S. Grez, fue también el resultado de la represión al decir de Vitale, así como de la asociatividad que propone J. Pinto, contexto en que también es importante mencionar la lucha reivindicativa a que se refiere H. Ramírez y evidentemente de la presencia de movimientos de solidaridad, de discusiones internacionales, del aporte de organizaciones (Mancomunal) , de los incipientes partidos (Partido Democrático), de la acción directa anarquista, de la actividad de los clubes o centros de discusión y por supuesto de la prensa obrera, por lo que no tiene sentido reducir la aparición de la conciencia de clase a una de estas variables. Del resentimiento pasivo de anteriores décadas, entendido como forma de resistencia, se pasó a la ira destructiva de los emplazamientos, pulperías y todo lo que recordara la explotación, hasta que finalmente hizo eclosión la organización de la fuerza propia para enfrentar al Estado y los patrones, tendencia reflejada en la deslegitimació n de la presencia del Estado por parte de los anarquistas, en los intentos de incorporación sistémica a través de la lucha electoral como propusieron los directivos del partido democrático, en la formulación de propuestas de carácter socialista. Esto es lo que transformó al pampino en un actor políticamente activo, es decir en un conglomerado humano, que pese a sus carencias, fue capaz de propagar un proyecto de sociedad, un programa de acción política, una estrategia y una política de alianzas en el entendido que enfrentaban el poder político del Estado.Pero, eso no es todo. Del relato de Alfonso Guerra y de la lectura de las fuentes escritas, se colige que la mancomunidad de argentinos, bolivianos, peruanos y chilenos, se basaba en una solidaridad de clase, de esto no hay duda alguna. Pero, debe tomarse en cuenta que estamos en presencia de una clase obrera correspondiente al capitalismo- de-los-bordes, por lo tanto, una clase cuyas relaciones de solidaridad excedían el mero cerco de la pobreza, del internacionalismo y el clasismo, percibiéndose claramente la presencia unificadora de elementos propios de una franja cultural proveniente de la antigua matriz virreynal (a lo menos) caracterizada por un tipo de sociabilidad (música, baile, sentimiento) , por la influencia de un paisaje polvoriento, el frío de la camanchaca, el peso de la comunidad y la materialidad circundante, manifestaciones que, aunque estaban siendo horadadas por la chilenización, tuvo todavía suficiente fortaleza como para ampliar el enfrentamiento desde el internacionalismo clasista a lo étnico y cultural. Cuestión empíricamente demostrada por S. González, quién afirma que ?Tarapacá era una provincia pluriétnica y multicultural; 36 nacionalidades distintas registraba el censo de 1907 ?. De manera que esta argumentación podría reforzar la explicación del porque entre quince y veinticinco mil pampinos, de un universo de 110.036 tarapaqueños, bajaron a Iquique donde además cual crisol se fundieron las lenguas y esperanzas de chilenos, aymaras, croatas, alemanes, quechuas, coolíes?Luego vinieron los días de la derrota total. No fue una derrota de fácil recomposición, aquella fue una derrota estratégica, de aquellas que pueden pre-configurar el futuro, de manera que la polémica sobre el impacto de esta no es banal y merece algunas consideraciones finales. Esto al margen de algunas confusiones comunes presente en la historiografí a del mundo popular, como visualizar que el proceso de toma de conciencia es posterior al holocausto, en circunstancias que la toma de conciencia es previa a Santa María; puesto que, demandó romper con la situación de subalternalidad, discutir un proyecto, organizarse, movilizarse y negociar. La bajada a Iquique, evidentemente, es el resultado de décadas de esfuerzos, luchas y procesos de clarificación política.De esa derrota han emergido diversas interpretaciones que no hacen sino reflejar que detrás de cada historiador hay un proyecto político; por lo tanto, no existe una historia inocente. Por ejemplo, la visión historiográfica de la derecha y de los militares, interpreta el hecho como causal del quiebre de la unidad nacional, argumentación que al calor de lo expuesto en esta comunicación no admite mayor comentario . Por otro lado, autores influenciados por el marxismo ortodoxo, consideran que la desgracia del 21 de diciembre marca un hito, proyectando a partir de la matanza la movilización y toma de conciencia del movimiento obrero, interpretació n que conduce a sobre valorar la presencia del POS y posteriormente del partido comunista en la historia del movimiento obrero a expensas de silenciar el rol del anarquismo, ausencia que debe considerarse en consonancia con la teoría de la ?falsa conciencia? . De otra parte, algunos autores ligados a la nueva historia social, en su afán de deslindar con el marxismo a partir de lo que denominan como historiografí a ?marxista clásica? intentan establecer una línea de ruptura entre el movimiento social y el partido político, sumando a este último las instituciones asociativas e incluso la prensa obrera , sublimación esencialista del movimiento social que corre el riesgo de analizar la historia sin un componente fundamental, la lucha política en el Estado, la lucha que desnuda las relaciones de poder, motivo por el cual merma la comprensión del hecho.Epílogo. En la historia cercana, la del tiempo presente, se encuentran enseñanzas que permiten aquilatar las cosas.Una derrota es una derrota. Acto seguido, el vencedor pasa a la ofensiva, arrollando, demoliendo, ofendiendo, consolidando el triunfo. Así es como sobreviene la muerte, la destrucción de la organización, el repliegue en la lucha por sobrevivir y la generosidad de los sobrevivientes. Luego viene la clandestinidad, el silencio y el miedo sobrecogedor. Junto a los que murieron otros mueren civilmente y muchos pasan al silencio y otros tantos, como diría H. Arendt, se atrincherarán en el ?tesoro de sus recuerdos?. Sólo luego vendrá la nueva oleada, la reorganizació n, la maduración de estrategias y tácticas y la toma de conciencia de las nuevas generaciones que enfrentaran el desafío de derribar el poder establecido. Mientras tanto, los sobrevivientes repensarán, criticarán, complementará n, o romperán con las antiguas ideas y volverán a la lucha luego de restañar sus heridas. Es el ciclo de la derrota política, el ciclo de la vida y del cambio?a veces incomprendido en el gabinete del historiadorPor eso no nos extrañaron las palabras finales de Alfonso Segundo Guerra Muñoz, cuando refiriéndose su padre señaló??Muerto de miedo y de ira dejo pasar el tiempo. Y como no podía embarcarse rumbo al sur subió a la pampa y deambuló con el peso de la derrota. Luego, poco a poco, se vino a Santiago y recomenzó la vida trabajando por aquí y por allá, hasta llegar nuevamente a Llico y recomenzar el ciclo. Fue cuando conoció a mi mamá. Pero, mientras tanto iba pensando en lo que había vivido y se convenció en que ahora era anarquista y para siempre (como efectivamente fue). El sabía que era un sobreviviente y se contactó con otros sobrevivientes y así durante años, junto a otros anarquistas fue armando un nuevo proyecto, recordando, ampliando el horizonte, entrando ahora en la lucha política, hasta que decidió volver a la pampa, con la familia que había armado, para retomar la vida que tanto le había gustado, y para enfrentar el incierto destino. Pero, cuando llegó nuevamente a ?La Palma? se encontró con que nadie estaba olvidado que habían plantado una semilla. Ahora el pasado y el presente recorrían la pampa unidos por un himno estremecedor que con la vieja música de ?La Ausencia? se hacía presente, era el ?Canto a la Huelga? que seguía denunciando que?Año tras año por los salaresDel desolado tamarugal,Lento cruzando van por millaresLos tristes parias del capital? .En fin; no obstante la diversidad de enfoques, la historiografí a popular ha logrado avances sustantivos en la comprensión respecto al tema. De esa manera el silencio, la omisión, tergiversació n y justificación, tanto de la historia tradicional como militar, en lo que a este aspecto de nuestra historia se refiere, se ha debido batir en retirada cien años después. Por lo tanto, nuestra comunidad puede afirmar que ha contribuido determinantemente a que el botarripios Alfonso Guerra Cornejo, al igual que sus compañeros de martirologio, continúen estando presentes en la memoria nacional.

jueves, 13 de diciembre de 2007

HOMENAJE A LOS CAIDOS EN LA ESCUELA SANTA MARIA IQUIQUE

Homenaje a los caídos en la Escuela Santa María Iquique

Andrés García U


A cien años de ocurrida esta tragedia, el registro histórico se niega a borrar estos hechos, no sólo por una suerte de cultura necrológica, sino porque todavía golpean al observar restos de campamentos que el viento día a día devora, tortas de ripiales testigos de un saqueo, y la asociación con la persistente y majadera presión de los nietos de políticos abogados de John Thomas North, que ahora se empeñan por desnacionalizar Codelco, para obtener alguna gratificación por los servicios de lobby. En lo personal mi memoria va recordando, siendo niño, relatos de la pampa y trozos del vibrante Canto a la Huelga (1): “canto a la tierra triste/ réproba tierra de maldición/ que de verdores jamás de viste/ ni en lo mas bello de la estación/ en donde las aves nunca gorjean/ en donde no crece la flor jamás,/ A donde riendo nunca serpea/ El arroyuelo libre y fugaz/ ”y otros fragmentos que salen del alma: “Año tras año por los salares/ Del desolado tamarugal/ Lento cruzando van por millares / Los tristes parias del capital /”, melodía que escuché a mi padre, ex -obrero salitrero, “carretero” a los 14 años.

Esta masacre, marca un hito en la historia del movimiento obrero, no porque haya sido la única masacre, ni tampoco la única donde los militares chilenos emplearon las armas en contra de un pueblo desarmado. La historia no oficial registra mas hechos vergonzosos, que hechos de gloria.
Con este episodio ha concluido una etapa en la organización de los trabajadores, que se inicia con el mutualismo, luego la mancomunal y las sociedades de resistencia, todas antesala del sindicalismo que toma consistencia bajo la lúcida conducción del Luis Emilio Recabarren. Hay una disciplinada organización y un documentado petitorio, que da sustento a la movilización obrera. Para la historia oficial, se trata de una efervescencia que hace surgir “la cuestión social”, es decir, la toma de conciencia de clase expresada en protesta por los trabajadores; es considerada más que como un producto de la lucha de clases, es asumida como un hecho policial y en consecuencia, era natural reprimirla para evitar los malos ejemplos.

El prólogo de los hechos, da cuenta de reuniones entre los representantes de los empresarios salitreros con del gobierno, que presidía Pedro Montt y Montt, alarmados por la paralización de las oficinas salitreras del Cantón de Iquique, que comprometía a cerca de 18 mil trabajadores. Este episodio pone en la mesa dos constantes en la actitud de los empresarios chilenos respecto de la organización de los trabajadores, en aquella oportunidad los empresarios amenazaron con retirar sus inversiones si el gobierno no ponía “orden” y naturalmente, el gobierno compró este chantage y en un “gesto patriótico” accedió al pliego patronal. Los burgueses criollos no han cambiado, ayer 4-12-07, en una cena de empresarios, su presidente Alfredo Ovalle, en tono amenazador dice: “no podemos seguir aceptando escándalos como Ferrocarriles del Estado o Chiledeportes ni políticas públicas mal diseñadas y tan deficientemente ejecutadas como el Transantiago” , recuérdese que tanto Ferrocarriles como el actual Chile Deportes fue saqueado por los mandatarios de la Junta Militar , mas adelante agrega:”Nos preocupa la violencia y la ideologizació n en algunos sectores del movimiento sindical, junto con la poca firmeza y a veces tardía respuesta del Gobierno” ( El Mercurio 5-12-07), quién lo dice es un minero de los que nunca habían ganado tanto y devuelto tan poco de los créditos que el Estado ha prodigado para un negocio donde por la materia prima (recurso minero) no se paga un solo peso, ¿ hay alguna tratativa con nostálgicos de la Dictadura , que pongan el piso a estas amenazas? La segunda, que una movilización de protesta por condiciones de vida inaceptables son un acto subversivo, que debe descalificarse y la organización para gestionar esta protesta, viene a ser un expediente sedicioso. En suma hay que condicionar la sindicalizació n y peor aún la negociación colectiva. Estas circunstancias ponen de manifiesto el subdesarrollo mental que cultiva la clase empresarial y por otro la codicia derivada de una cultura rentista que al parecer todavía no esta preparada para entrar a los mercados que le ha abierto la Concertación a través de los convenios comerciales, con USA, la Unión Europea , entre otros y particularmente con los países nórdicos, a quienes ven fascinados como países dignos de imitar.: Irlanda y Noruega, que precisamente, tienen el mas alto grado de presencia sindical y de participación de los trabajadores en la gestión económica de las empresas y además, estan sustentado por una efectiva intervención del Estado.

Volviendo al fondo del asunto, es preciso recordar que en esa época (1907), el Nitrato de Sodio (salitre) era el factor más dinámico de la economía, las faenas se extendían desde Pisagua hasta Taltal, una meseta de aprox. 1000 km de largo. Representaba para el erario nacional lo que hoy es el cobre. Chile era un país agrario y la explotación del salitre (uso como fertilizante y elemento activo en la fabricación de explosivos) proveía de recursos para equilibrar la balanza de pagos, cubría aproximadamente el 50% del presupuesto nacional, generaba un mercado para la producción agrícola y para la naciente industria manufacturera, pero compromete su destino como país, sujeto a los vaivenes del mercado internacional en la determinación del precio y de los volúmenes de producción, dejan al país a merced de los ritmos cíclicos de la economía mundial y particularmente atado al voluntarismo inglés, debido a que los salitrales de propiedad del Estado derivados de la guerra del pacifico, fueron desprendiéndose turbiamente en favor de inversionistas ingleses y en menor medida de alemanes; quedan en el país los sobornos y pingues propinas que suministran los compradores de propiedad salitral y son a estos subproductos a los que aspira la “clase empresarial chilena” cuando habla de privatizar Codelco, Enami, Enap.

La dependencia del mercado internacional y la introducción del papel moneda, abren el camino a la inflación que importa básicamente: depreciación del peso, pérdida del valor adquisitivo de las remuneraciones, alza del costo de la vida, etc. En la pérdida del padrón oro que estabilizaba el valor de la moneda, está la mano negra de los terratenientes abrumados por el peso de las hipotecas, que no solo se opusieron a la convertibilidad sino que intrigaron y llevaron a la guerra civil de 1891 y a conflictos fronterizos con Argentina 1898.

Este punto, la inflación monetaria, es uno de los factores del conflicto, explicado por Luis Emilio Recabarren, como sigue: “Estas operaciones de la baja del cambio que el sencillo pueblo, en su ignorancia, no comprende bien, importaron en aquella época algunos millones de beneficio, pues la diferencia o la baja del cambio significaba, término medio, una disminución de 3 pesos diarios, o sea 90 pesos mensuales , a cada trabajador. (Se entiende que esto ocurría al tipo de cambio de 1907 y 1908). Esta suma equivalía a 3.600.000 pesos mensuales de economía para los capitalistas, calculando 40.000 operarios y empleados. ¡De economía he dicho! Lo que en realidad era una verdadera usurpación realizada al juego del cambio internacional.”
“Avaluada en libras esterlinas esta usurpación, la suma mensual pasaba de 120.000 libras esterlinas.” A la disminución real del salario se agregaba otro expediente de expoliación al subir por la misma razón, el valor de los artículos de consumo que debían comprar en las pulperías (almacenes) de propiedad de los mismos empresarios salitreros. Este despojo está en el origen del conflicto y ante ello, los dirigentes sindicales plantearon a sus patrones un petitorio (2) cuyo punto básico era el cumplimiento de un convenio existente, por medio del cual los capitalistas se obligaban a elevar los salarios cuando el cambio internacional hubiere bajado de 14 peniques; peticiones que fueron rechazadas y ante la negativa se declaró la huelga primero en la Oficina San Lorenzo, luego se propagó por la pampa salitrera, abarcando a 30 Oficinas con cerca de 18.000 obreros. El 10 de diciembre se llevó a cabo una concentración en el alto de San Antonio donde se acordó marchar hacia Iquique “para solicitar, ¡ cándidos!, la mediación amistosa de las autoridades e influir mas de cerca entre los gerentes de las empresas para que atendieran tan justísimas aspiraciones.” Los trabajadores que llegaron al puerto fueron ubicados en el recinto de la Escuela Santa María y en las inmediaciones.

Es decir, la claridad y la justeza de las demandas hacia impensable la violencia. “Los obreros veían segura su victoria, porque estaban unidos, fraternalmente unidos, porque tenían la absoluta confianza de que el orden entre ellos sería inalterable, y porque el orden y la unión eran allí elementos seguros de triunfo”. Según describe Luis Vitale ( Interpretació n Marxista de la Historia de Chile Pag. 48) citando a varios testigos: “Se organizaron piquetes para evitar las provocaciones e impedir la venta y consumo de vino….Los lideres organizaron el abastecimiento racional y disciplinaron a la gente. Los comités de los obreros en huelga comenzaron a controlar la ciudad y a reglamentar el tránsito público”, es decir crearon un orden ejemplar. Frente a estos hechos la opinión generalizada en los medios burgueses queda reflejada en los párrafos de una conferencia dirigida a jóvenes conservadores por don Francisco Valdés Vergara, dice entre otras: “Algunos gremios de obreros, quejosos de su suerte, faltos de medios para mejorarla y de resignación para sufrirla, mal dirigidos por agitadores que los engañan para explotarlos, se han entregado a los peores abusos de la violencia y por violencia también han sido reprimidos”. Continúa con la misma elocuencia.”No puedo recordar sin tristeza aquella tragedia de Iquique que ahogó en un charco de sangre el levantamiento sedicioso de algunos miles de obreros. Esta muchedumbre se levantó amenazante contra el orden, contra los bienes y las personas, se negó a todo avenimiento inspirado por la justicia y hubo de ser sometida, para evitar mayores males, con el empleo severo de las armas que la patria entrega a los ciudadanos constituidos en ejército para que sean defensores del derecho común en el interior, y la honra y la integridad nacional, en caso de guerra externa”. Estas afirmaciones fueron enérgicamente refutadas por Don Luis E. Recabarren con la verdad y con el “parte de guerra” que al cabo de la jornada emitió el coronel Roberto Silva Renard.

Como se dice en un párrafo anterior, a mediados de Diciembre de 1907, se efectuó en Santiago un consejo de notables, con participación de representantes de todos los partidos burgueses para tratar lo referente a la huelga de Iquique, dicha reunión giró alrededor de la respuesta de los Industriales Salitreros, en la cual sostienen “que no podían acceder a las peticiones de los huelguistas y que si el gobierno no los amparaba, ellos preferían cerrar sus establecimientos y paralizar la producción de salitre”. Se concluye en dar el amparo solicitado por los empresarios y se dispone el regreso del Intendente Carlos Eastman junto al coronel Roberto Silva Renard, designado Jefe de Plaza, se presume que llevaba carta blanca para proceder. El Gobierno envió tropa militar y marinería; el Jefe de Plaza decretó estado de sitio el 20 de Diciembre y dio 24 horas de plazo para abandonar la Escuela Santa María, cumplido el plazo ¡ procedió! Con la brutalidad que el mismo describe. El conocimiento que la elite gobernante manejaba y el desprecio por los trabajadores explica la unánime aprobación de estos macabros sucesos, de ahí que el Gobierno, el Parlamento y la Prensa , guardaran silencio, algunos personeros justificaron públicamente la masacre. Mas aún, la prepotencia de los “civiles” queda de manifiesto en un telegrama donde el Ministro del Interior Rafael Sotomayor imparte ordenes al Intendente interino, Julio Guzmán García, fechado el 14 de Diciembre, que no deja dudas sobre el desprecio por los trabajadores , dice entre otras el telegrama: “En todos los casos debe prestar amparo personas y propiedades; debe primar sobre toda otra consideración la conveniencia manifiesta que conviene reprimir con firmeza al principio, sin esperar desórdenes tomen cuerpo. La fuerza pública debe hacerse respetar, cualquiera sea el sacrificio que le imponga” agrega “Para adoptar medidas preventivas como en estado de sitio. Avise inmediatamente oficinas prohibición gente bajar Iquique. Despache fuerza indispensable para impedir que lleguen, usando todos los medios para conseguirlo, Fuerzo pública debe hacer respetar orden cueste lo que cueste. Esmeralda va camino y se alista mas tropa”. El número de muertos nunca fue precisado, se estima entre 2000 y 2500 trabajadores.

La lectura del “parte de guerra”, produce indignación por la frialdad y cinismo del militar, que actuó sin ningún obstáculo, pasó por entre la muchedumbre; sin que nadie lo molestara llegó a la puerta de la escuela y llamó a los dirigentes, “Así que les comuniqué la orden de V.E., les rogué, mejor dicho, les supliqué con toda clase de razones evitasen al ejército y a la marina el uso de las armas” (3). Juzgue el lector la credibilidad, los hechos de todas maneras la dificultan. El poeta anónimo nos recuerda:”I en la misérrima caravana/ Al par que el hombre marchar se ve/ La amante esposa, la madre anciana,/ I el inocente niño también”/ “Sublimes víctimas que bajaron/ desde la pampa llenas de fé;/ I a su llegada lo que encontraron/ La ruin metralla tan sólo fue”.

Queda un silencio, y definitivamente no hay conformidad, no hay excusa para que todavía sigan vigentes las normas de la legislación del trabajo impuesta por la última dictadura militar, que eliminó conquistas dolorosamente obtenidas. Han transcurrido 17 años de vuelta a la democracia y no podemos explicar las limitaciones a la sindicalizació n, a la contratación colectiva, la interdicción a los trabajadores para que administren sus propios fondos previsionales. Se habla de equidad y se pretende sacar de la manga un “salario ético”, pero que lo pague el Estado, etc. Lo mínimo a lo cual se debe aspirar es a recuperar los derechos usurpados por la dictadura, a la participación de los trabajadores en la dirección de las empresas y a normas laborales equivalentes a las que existen en los países europeos y nórdicos, con los cuales, entre otros, se está comercializando, no hacerlo es exportar parte de la miseria con utilidades para los burgueses criollos. El recuerdo de los trabajadores masacrados deja también otro reto y es el de impedir que el cobre y el oro corran la suerte del salitre, que al cabo de un tiempo solo queden los socavones y enormes cráteres, se trata entonces de la segunda nacionalizació n del cobre y la primera del recurso aurífero.

Baldón eterno para la fiera
Masacradora sin compasión;
Queda manchada con sangre obrera
Como un estigma de maldición”
Homenaje a los caídos en la Escuela Santa María Iquique

Andrés García U


A cien años de ocurrida esta tragedia, el registro histórico se niega a borrar estos hechos, no sólo por una suerte de cultura necrológica, sino porque todavía golpean al observar restos de campamentos que el viento día a día devora, tortas de ripiales testigos de un saqueo, y la asociación con la persistente y majadera presión de los nietos de políticos abogados de John Thomas North, que ahora se empeñan por desnacionalizar Codelco, para obtener alguna gratificación por los servicios de lobby. En lo personal mi memoria va recordando, siendo niño, relatos de la pampa y trozos del vibrante Canto a la Huelga (1): “canto a la tierra triste/ réproba tierra de maldición/ que de verdores jamás de viste/ ni en lo mas bello de la estación/ en donde las aves nunca gorjean/ en donde no crece la flor jamás,/ A donde riendo nunca serpea/ El arroyuelo libre y fugaz/ ”y otros fragmentos que salen del alma: “Año tras año por los salares/ Del desolado tamarugal/ Lento cruzando van por millares / Los tristes parias del capital /”, melodía que escuché a mi padre, ex -obrero salitrero, “carretero” a los 14 años.

Esta masacre, marca un hito en la historia del movimiento obrero, no porque haya sido la única masacre, ni tampoco la única donde los militares chilenos emplearon las armas en contra de un pueblo desarmado. La historia no oficial registra mas hechos vergonzosos, que hechos de gloria.
Con este episodio ha concluido una etapa en la organización de los trabajadores, que se inicia con el mutualismo, luego la mancomunal y las sociedades de resistencia, todas antesala del sindicalismo que toma consistencia bajo la lúcida conducción del Luis Emilio Recabarren. Hay una disciplinada organización y un documentado petitorio, que da sustento a la movilización obrera. Para la historia oficial, se trata de una efervescencia que hace surgir “la cuestión social”, es decir, la toma de conciencia de clase expresada en protesta por los trabajadores; es considerada más que como un producto de la lucha de clases, es asumida como un hecho policial y en consecuencia, era natural reprimirla para evitar los malos ejemplos.

El prólogo de los hechos, da cuenta de reuniones entre los representantes de los empresarios salitreros con del gobierno, que presidía Pedro Montt y Montt, alarmados por la paralización de las oficinas salitreras del Cantón de Iquique, que comprometía a cerca de 18 mil trabajadores. Este episodio pone en la mesa dos constantes en la actitud de los empresarios chilenos respecto de la organización de los trabajadores, en aquella oportunidad los empresarios amenazaron con retirar sus inversiones si el gobierno no ponía “orden” y naturalmente, el gobierno compró este chantage y en un “gesto patriótico” accedió al pliego patronal. Los burgueses criollos no han cambiado, ayer 4-12-07, en una cena de empresarios, su presidente Alfredo Ovalle, en tono amenazador dice: “no podemos seguir aceptando escándalos como Ferrocarriles del Estado o Chiledeportes ni políticas públicas mal diseñadas y tan deficientemente ejecutadas como el Transantiago” , recuérdese que tanto Ferrocarriles como el actual Chile Deportes fue saqueado por los mandatarios de la Junta Militar , mas adelante agrega:”Nos preocupa la violencia y la ideologizació n en algunos sectores del movimiento sindical, junto con la poca firmeza y a veces tardía respuesta del Gobierno” ( El Mercurio 5-12-07), quién lo dice es un minero de los que nunca habían ganado tanto y devuelto tan poco de los créditos que el Estado ha prodigado para un negocio donde por la materia prima (recurso minero) no se paga un solo peso, ¿ hay alguna tratativa con nostálgicos de la Dictadura , que pongan el piso a estas amenazas? La segunda, que una movilización de protesta por condiciones de vida inaceptables son un acto subversivo, que debe descalificarse y la organización para gestionar esta protesta, viene a ser un expediente sedicioso. En suma hay que condicionar la sindicalizació n y peor aún la negociación colectiva. Estas circunstancias ponen de manifiesto el subdesarrollo mental que cultiva la clase empresarial y por otro la codicia derivada de una cultura rentista que al parecer todavía no esta preparada para entrar a los mercados que le ha abierto la Concertación a través de los convenios comerciales, con USA, la Unión Europea , entre otros y particularmente con los países nórdicos, a quienes ven fascinados como países dignos de imitar.: Irlanda y Noruega, que precisamente, tienen el mas alto grado de presencia sindical y de participación de los trabajadores en la gestión económica de las empresas y además, estan sustentado por una efectiva intervención del Estado.

Volviendo al fondo del asunto, es preciso recordar que en esa época (1907), el Nitrato de Sodio (salitre) era el factor más dinámico de la economía, las faenas se extendían desde Pisagua hasta Taltal, una meseta de aprox. 1000 km de largo. Representaba para el erario nacional lo que hoy es el cobre. Chile era un país agrario y la explotación del salitre (uso como fertilizante y elemento activo en la fabricación de explosivos) proveía de recursos para equilibrar la balanza de pagos, cubría aproximadamente el 50% del presupuesto nacional, generaba un mercado para la producción agrícola y para la naciente industria manufacturera, pero compromete su destino como país, sujeto a los vaivenes del mercado internacional en la determinación del precio y de los volúmenes de producción, dejan al país a merced de los ritmos cíclicos de la economía mundial y particularmente atado al voluntarismo inglés, debido a que los salitrales de propiedad del Estado derivados de la guerra del pacifico, fueron desprendiéndose turbiamente en favor de inversionistas ingleses y en menor medida de alemanes; quedan en el país los sobornos y pingues propinas que suministran los compradores de propiedad salitral y son a estos subproductos a los que aspira la “clase empresarial chilena” cuando habla de privatizar Codelco, Enami, Enap.

La dependencia del mercado internacional y la introducción del papel moneda, abren el camino a la inflación que importa básicamente: depreciación del peso, pérdida del valor adquisitivo de las remuneraciones, alza del costo de la vida, etc. En la pérdida del padrón oro que estabilizaba el valor de la moneda, está la mano negra de los terratenientes abrumados por el peso de las hipotecas, que no solo se opusieron a la convertibilidad sino que intrigaron y llevaron a la guerra civil de 1891 y a conflictos fronterizos con Argentina 1898.

Este punto, la inflación monetaria, es uno de los factores del conflicto, explicado por Luis Emilio Recabarren, como sigue: “Estas operaciones de la baja del cambio que el sencillo pueblo, en su ignorancia, no comprende bien, importaron en aquella época algunos millones de beneficio, pues la diferencia o la baja del cambio significaba, término medio, una disminución de 3 pesos diarios, o sea 90 pesos mensuales , a cada trabajador. (Se entiende que esto ocurría al tipo de cambio de 1907 y 1908). Esta suma equivalía a 3.600.000 pesos mensuales de economía para los capitalistas, calculando 40.000 operarios y empleados. ¡De economía he dicho! Lo que en realidad era una verdadera usurpación realizada al juego del cambio internacional.”
“Avaluada en libras esterlinas esta usurpación, la suma mensual pasaba de 120.000 libras esterlinas.” A la disminución real del salario se agregaba otro expediente de expoliación al subir por la misma razón, el valor de los artículos de consumo que debían comprar en las pulperías (almacenes) de propiedad de los mismos empresarios salitreros. Este despojo está en el origen del conflicto y ante ello, los dirigentes sindicales plantearon a sus patrones un petitorio (2) cuyo punto básico era el cumplimiento de un convenio existente, por medio del cual los capitalistas se obligaban a elevar los salarios cuando el cambio internacional hubiere bajado de 14 peniques; peticiones que fueron rechazadas y ante la negativa se declaró la huelga primero en la Oficina San Lorenzo, luego se propagó por la pampa salitrera, abarcando a 30 Oficinas con cerca de 18.000 obreros. El 10 de diciembre se llevó a cabo una concentración en el alto de San Antonio donde se acordó marchar hacia Iquique “para solicitar, ¡ cándidos!, la mediación amistosa de las autoridades e influir mas de cerca entre los gerentes de las empresas para que atendieran tan justísimas aspiraciones.” Los trabajadores que llegaron al puerto fueron ubicados en el recinto de la Escuela Santa María y en las inmediaciones.

Es decir, la claridad y la justeza de las demandas hacia impensable la violencia. “Los obreros veían segura su victoria, porque estaban unidos, fraternalmente unidos, porque tenían la absoluta confianza de que el orden entre ellos sería inalterable, y porque el orden y la unión eran allí elementos seguros de triunfo”. Según describe Luis Vitale ( Interpretació n Marxista de la Historia de Chile Pag. 48) citando a varios testigos: “Se organizaron piquetes para evitar las provocaciones e impedir la venta y consumo de vino….Los lideres organizaron el abastecimiento racional y disciplinaron a la gente. Los comités de los obreros en huelga comenzaron a controlar la ciudad y a reglamentar el tránsito público”, es decir crearon un orden ejemplar. Frente a estos hechos la opinión generalizada en los medios burgueses queda reflejada en los párrafos de una conferencia dirigida a jóvenes conservadores por don Francisco Valdés Vergara, dice entre otras: “Algunos gremios de obreros, quejosos de su suerte, faltos de medios para mejorarla y de resignación para sufrirla, mal dirigidos por agitadores que los engañan para explotarlos, se han entregado a los peores abusos de la violencia y por violencia también han sido reprimidos”. Continúa con la misma elocuencia.”No puedo recordar sin tristeza aquella tragedia de Iquique que ahogó en un charco de sangre el levantamiento sedicioso de algunos miles de obreros. Esta muchedumbre se levantó amenazante contra el orden, contra los bienes y las personas, se negó a todo avenimiento inspirado por la justicia y hubo de ser sometida, para evitar mayores males, con el empleo severo de las armas que la patria entrega a los ciudadanos constituidos en ejército para que sean defensores del derecho común en el interior, y la honra y la integridad nacional, en caso de guerra externa”. Estas afirmaciones fueron enérgicamente refutadas por Don Luis E. Recabarren con la verdad y con el “parte de guerra” que al cabo de la jornada emitió el coronel Roberto Silva Renard.

Como se dice en un párrafo anterior, a mediados de Diciembre de 1907, se efectuó en Santiago un consejo de notables, con participación de representantes de todos los partidos burgueses para tratar lo referente a la huelga de Iquique, dicha reunión giró alrededor de la respuesta de los Industriales Salitreros, en la cual sostienen “que no podían acceder a las peticiones de los huelguistas y que si el gobierno no los amparaba, ellos preferían cerrar sus establecimientos y paralizar la producción de salitre”. Se concluye en dar el amparo solicitado por los empresarios y se dispone el regreso del Intendente Carlos Eastman junto al coronel Roberto Silva Renard, designado Jefe de Plaza, se presume que llevaba carta blanca para proceder. El Gobierno envió tropa militar y marinería; el Jefe de Plaza decretó estado de sitio el 20 de Diciembre y dio 24 horas de plazo para abandonar la Escuela Santa María, cumplido el plazo ¡ procedió! Con la brutalidad que el mismo describe. El conocimiento que la elite gobernante manejaba y el desprecio por los trabajadores explica la unánime aprobación de estos macabros sucesos, de ahí que el Gobierno, el Parlamento y la Prensa , guardaran silencio, algunos personeros justificaron públicamente la masacre. Mas aún, la prepotencia de los “civiles” queda de manifiesto en un telegrama donde el Ministro del Interior Rafael Sotomayor imparte ordenes al Intendente interino, Julio Guzmán García, fechado el 14 de Diciembre, que no deja dudas sobre el desprecio por los trabajadores , dice entre otras el telegrama: “En todos los casos debe prestar amparo personas y propiedades; debe primar sobre toda otra consideración la conveniencia manifiesta que conviene reprimir con firmeza al principio, sin esperar desórdenes tomen cuerpo. La fuerza pública debe hacerse respetar, cualquiera sea el sacrificio que le imponga” agrega “Para adoptar medidas preventivas como en estado de sitio. Avise inmediatamente oficinas prohibición gente bajar Iquique. Despache fuerza indispensable para impedir que lleguen, usando todos los medios para conseguirlo, Fuerzo pública debe hacer respetar orden cueste lo que cueste. Esmeralda va camino y se alista mas tropa”. El número de muertos nunca fue precisado, se estima entre 2000 y 2500 trabajadores.

La lectura del “parte de guerra”, produce indignación por la frialdad y cinismo del militar, que actuó sin ningún obstáculo, pasó por entre la muchedumbre; sin que nadie lo molestara llegó a la puerta de la escuela y llamó a los dirigentes, “Así que les comuniqué la orden de V.E., les rogué, mejor dicho, les supliqué con toda clase de razones evitasen al ejército y a la marina el uso de las armas” (3). Juzgue el lector la credibilidad, los hechos de todas maneras la dificultan. El poeta anónimo nos recuerda:”I en la misérrima caravana/ Al par que el hombre marchar se ve/ La amante esposa, la madre anciana,/ I el inocente niño también”/ “Sublimes víctimas que bajaron/ desde la pampa llenas de fé;/ I a su llegada lo que encontraron/ La ruin metralla tan sólo fue”.

Queda un silencio, y definitivamente no hay conformidad, no hay excusa para que todavía sigan vigentes las normas de la legislación del trabajo impuesta por la última dictadura militar, que eliminó conquistas dolorosamente obtenidas. Han transcurrido 17 años de vuelta a la democracia y no podemos explicar las limitaciones a la sindicalizació n, a la contratación colectiva, la interdicción a los trabajadores para que administren sus propios fondos previsionales. Se habla de equidad y se pretende sacar de la manga un “salario ético”, pero que lo pague el Estado, etc. Lo mínimo a lo cual se debe aspirar es a recuperar los derechos usurpados por la dictadura, a la participación de los trabajadores en la dirección de las empresas y a normas laborales equivalentes a las que existen en los países europeos y nórdicos, con los cuales, entre otros, se está comercializando, no hacerlo es exportar parte de la miseria con utilidades para los burgueses criollos. El recuerdo de los trabajadores masacrados deja también otro reto y es el de impedir que el cobre y el oro corran la suerte del salitre, que al cabo de un tiempo solo queden los socavones y enormes cráteres, se trata entonces de la segunda nacionalizació n del cobre y la primera del recurso aurífero.

Baldón eterno para la fiera
Masacradora sin compasión;
Queda manchada con sangre obrera
Como un estigma de maldición”

domingo, 9 de diciembre de 2007

sábado, 8 de diciembre de 2007

jueves, 6 de diciembre de 2007

ES TRISTE SER POBRE HERMANO


10 de diciembre -19:00 Hrs.
PLAZA ITALIA - SANTIAGO

INTI – ILLIMANI – PATRICIO MANNS
JOE VASCONCELOS -QUILAPAYÚN
BALLET PUCARÁ

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miércoles, 5 de diciembre de 2007

¿ QUE ES LA ANTROPOLOGIA?

Antropología

La antropología (del griego άνθρωπος anthropos, "ser humano", y λογος, logos, "conocimiento"), es la ciencia que estudia al ser humano de forma holística. Combinando en una sola disciplina los enfoques de las ciencias naturales, sociales y humanas, la antropología es, sobre todo, una ciencia integradora. Analiza al hombre en el marco de la sociedad a la que pertenece, como hacedor de cultura y, al mismo tiempo, como producto de la misma. Se la puede definir como la ciencia que se ocupa de estudiar el origen y desarrollo de toda la gama de la variabilidad humana y los modos de comportamiento sociales a través del tiempo y el espacio, es decir, del proceso biosocial de la existencia de la raza humana.
La antropología como disciplina apareció por primera vez en la Histoire Naturelle de Buffon (1749) y combinó muy pronto dos genealogías distintas; una de base naturalista, relacionada con el problema de la diversidad física de la especie humana (anatomia comparada), y como fruto de un proyecto comparativo de descripción de la diversidad de los pueblos. Este último, que había sido abordado, desde la Baja Edad Media, en relación a los problemas que planteaban el trabajo misional, las necesidades de describir pueblos situados en los márgenes de la Europa altomedieval, y más tarde el proyecto colonial. Posteriormente, se le añadiría la historia cultural comparada de los pueblos que daría lugar, en Europa, añl folklore.
Durante el s.XIX, la llamada entonces Antropología general incluía un amplísimo espectro de intereses desde la paleontología del cuaternario al folklore europeo pasando por el estudio comparado de los pueblos aborígenes. Fue por ello una rama de la Historia Natural y del historicismo cultural alemán que se propuso el estudio científico de la historia de la diversidad humana. Tras la aparición de los modelos evolucionistas y el desarrollo del método científico en las ciencias naturales, muchos autores pensaron que los fenómenos históricos también seguirían pautas deducibles por observación. El desarrollo inicial de la antropología como disciplina más o menos autónoma del conjunto de las Ciencias Naturales, coincide con el auge del pensamiento ilustrado y posteriormente del positivista que elevaba la razón como una capacidad distintiva de los seres humanos. Su desarrollo se pudo vincular muy pronto a los intereses del colonialismo europeo derivado de la Revolución industrial. Por razones que tienen que ver con el proyecto de la New Republic norteamericana, y sobre todo el problema d ela gestión de los asuntos indios, permitió que la antropología de campo empezase a tener bases profesionales en Estados Unidos en el último tercio del s.XIX a partir del Bureau of American Ethnology y de la Smithsonian Institution. El antropólogo alemán Fran Boas, inicialmente vinculado a este tipo de tarea, institucionalizó académica y profesionalmente la Antropologia en Estados Unidos. En la Gran Bretaña victoriana, Tylor y posteriormente autores como Rivers y más tarde Malinowsk y Radcliffe-Brown desarrollaron un modelo profesionalizado de Antropología académica. Lo mismo sucedió en Alemania antes de 1918. En todas las potencias coloniales de principios de siglo (salvo en España) hay esbozos de profesionalización de la Antropología que, no acabarón de cuajar hasta después de la II Guerra Mundial. En todos los paises Occidentales se incorporó el modelo profesional de la Antropología anglosajona. Por este motivo, la mayor parte de la producción de la Antropología social o cultural antes de 1960 - lo que se conoce como modelo antropológico clásico - se basa en etnografías producidas en América, Asia, Oceanía y África, pero con un peso muy inferior de Europa. La razón es que en el continente europeo prevaleció una etnografía positivista, destinada a apuntalar un discurso sobre la identidad nacional, tanto en los países germánicos, como en los escandinavos y los eslavos. Históricamente hablando, el proyecto de Antropología general se componía de cuatro ramas: la lingüística, la arqueología, la antropología biológica y la antropología social, antropología cultural o etnologia en algunos países. Estas última ponen especial énfasis en el análisis comparado de la cultura —término sobre el cual no existe consenso entre las corrientes antropológicas—, que se realiza básicamente por un proceso trifásico que comprende, en primera instancia, una investigación de gabinete; en segundo lugar, una inmersión cultural que se conoce como etnografía o trabajo de campo y, por último, el análisis de los datos obtenidos mediante el trabajo de campo.
El modelo antropológico clásico de la antropología social fue abandonado en la segunda mitad del siglo XX. Actualmente los antropólogos trabajan prácticamente todos los ámbitos de la cultura y la sociedad.
Tabla de contenidos
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1 El objeto de estudio antropológico
2 Ramas de la antropología
2.1 Sub-ramas
2.2 El origen de la pregunta antropológica
2.3 Nacimiento institucional de la antropología
3 El devenir de la antropología durante el siglo XX
3.1 El desarrollo de la sociología y la etnología francesa
3.2 El culturalismo estadounidense
3.3 El funcionalismo británico
3.3.1 Tesis centrales del funcionalismo
3.3.2 Una mirada histórica sobre el funcionalismo británico
3.4 Funcionalismo, Funcionalismo Estructuralista, Antropología Cognoscitiva, Antropología Simbólica y Ecología Cultural
3.5 La antropología en Iberoamérica
4 La antropología en tiempos modernos
5 Ética, política y antropología
6 Véase también
7 Referencias
8 Enlaces externos
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El objeto de estudio antropológico [editar]
Esta ciencia postula que nada de lo humano (salvo la biología) es inherente a su naturaleza. Por ello, el objeto del análisis antropológico no puede ser tomado como una cosa dada. La definición del problema a investigar pasa por la reflexión teórica y empírica del fenómeno.
Tras el desarrollo de diferentes tradiciones teóricas en diversos países, entró en debate cuál era el aspecto de la vida humana que correspondía estudiar a la antropología. Para esa época, los lingüistas y arqueólogos ya habían definido sus propios campos de acción. James George Frazer había propuesto que el objeto era la cultura, entendida como un "todo complejo" que incluye creencias, costumbres, tecnología y todo lo producido por las sociedades humanas. Esta propuesta está presente en todas las corrientes de la antropología, ya sea que se declaren a favor o en contra de la misma.
Sin embargo, a partir del debate se presenta un fenómeno de constante atomización en la disciplina, a tal grado que para muchos autores -por citar el ejemplo más conocido-, el estudio de la cultura sería el campo de la antropología cultural; el de las estructuras sociales sería facultad de la antropología social propiamente dicha. De esta suerte, Radcliffe-Brown (antropólogo social) consideraba como una disciplina diferente (y errada, por lo demás) la que realizaban Franz Boas y sus alumnos (antropólogos culturales). Según Clifford Geertz, el objeto de la antropología es el estudio de la diversidad cultural.
Ramas de la antropología [editar]
La antropología se divide en 3 subdisciplinas principales:
Antropología biológica o Antropología Física. Esta rama analiza la diversidad del cuerpo humano en el pasado y el presente. Incluye, por tanto, la evolución de la anatomía humana, así como las diferencias y relaciones entre los pueblos actuales y sus adaptaciones al ambiente. En ocasiones, abarca la evolución de los primates. En el pasado era llamada antropología física, aunque con una ligera disparidad de conceptos.
Antropología social, antropología cultural o Etnología (también conocida como antropología sociocultural). Estudia el comportamiento humano, la cultura, las estructuras de relaciones sociales. En la actualidad la antropología social se ha volcado al estudio de Occidente y su cultura. Aunque para los antropólogos de los países centrales (EE.UU., Gran Bretaña, Francia, etc.) éste es un enfoque nuevo, hay que señalar que esta práctica es común en la antropología de muchos países latinoamericanos (como ejemplo, la obra de Darcy Ribeiro sobre el Brasil, la de Bonfil y Gonzalo Aguirre Beltrán sobre México, etc.). Dependiendo si surge de la tradición anglosajona se conoce como antropología cultural y, si parte de la escuela francesa, entonces se le denomina etnología. Quizá se haya distinguido de la antropología social en tanto que su estudio es esencialmente dirigido al análisis de la otredad en tanto que el trabajo de la antropología social resulta generalmente más inmediato. Uno de sus principales exponentes es Claude Lévi-Strauss quien propone un análisis del comportamiento del hombre basado en un enfoque estructural en el que las reglas de comportamiento de todos los sujetos de una determinada cultura, son existentes en todos los sujetos a partir de una estructura invisible que ordena a la sociedad.
Arqueología. Estudia a la humanidad pretérita. Permite conocer la vida en el pasado de pueblos extintos. Los arqueólogos dependen de los restos materiales de pueblos antiguos para inferir sus estilos de vida. Esto se realiza mediante el análisis estratigráfico de los objetos obtenidos en las excavaciones.
Sub-ramas [editar]
A su vez, cada una de estas 3 ramas principales se subdivide en innumerables subramas que muchas veces interactúan entre sí.
De la antropología sociocultural se desprenden:
Antropología del parentesco: esta rama se enfoca en las relaciones de parentesco, entendido como un fenómeno social, y no como mero derivado de las relaciones biológicas que se establecen entre un individuo, sus genitores y los consanguíneos de éstos; se trata de una de las especialidades más antiguas de la antropología, y de hecho está relacionada con el quehacer de los primeros antropólogos evolucionistas del siglo XIX.
Ciberantropología: es una rama de antropología sociocultural que estudia sistemas cibernéticos y la relación entre humanos y tecnologías.
Antropología lingüística o Lingüística Antropológica: estudia los lenguajes humanos. Dado que el lenguaje es una amplia parte constitutiva de la cultura, los antropólogos la consideran como una disciplina separada. Los lingüistas se interesan en el desarrollo de los lenguajes. Asimismo, se ocupan en las diferencias de los lenguajes vivos, cómo se vinculan o difieren, y en ciertos procesos que nos explican las migraciones y la difusión de la información. También se preguntan en las formas en que el lenguaje se opone o refleja otros aspectos de la cultura.
Dentro de la ciencias sociales, disciplinas como la lingüística y la antropología, han mantenido una relación que ha tomado la forma de un complejo proceso articulatorio influido a lo largo del tiempo por las distintas condiciones históricas, sociales y teóricas imperantes. La lingüística, al igual que la etnología, la arqueología, la antropología social, la antropología física y la historia, es una de las disciplinas que conforman al campo de la antropología desde algunas perspectivas. La lingüística estudia el lenguaje para encontrar sus principales características y así poder describir, explicar o predecir los fenómenos lingüísticos. Dependiendo de sus objetivos, estudia las estructuras cognitivas de la competencia lingüística humana o la función y relación del lenguaje con factores sociales y culturales. La relación entre la lingüística y la antanto en lo teórico, como en lo metodológico. Sin embargo, al excluir las condiciones materiales y el desarrollo histórico, se cuestionó que la cultura y la organización social pudieran ser analizadas del mismo modo que un código lingüístico, tomando al lenguaje como el modelo básico sobre el que se estructura todo el pensamiento o clasificación. No obstante estos puntos de vista diferentes, se puede llegar a acercamientos productivos reconociendo que la cultura y la sociedad son producto tanto de condiciones objetivas o materiales como de construcciones conceptuales o simbólicas. De esta forma la interacción entre estas dos dimensiones, nos permite abordar a los sistemas socioculturales como una realidad material a la vez que una construcción conceptual. Las lenguas implican o expresan teorías del mundo y, por tanto, son objetos ideales de estudio para los científicos sociales. El lenguaje, como herramienta conceptual, aporta el más complejo sistema de clasificación de experiencias por lo que cada teoría, sea ésta antropológica, lingüística o la unión de ambas, contribuye a nuestra comprensión de la cultura como un fenómeno complejo ya que “el lenguaje es lo que hace posible el universo de patrones de entendimiento y comportamiento que llamamos cultura. Es también parte de la cultura, ya que es transimitido de una generación a otra a través del aprendizaje y la imitación, al igual que otros aspectos de la cultura”. Roman Jakobson plantea que “los antropólogos nos prueban, repitiéndolo sin cesar, que lengua y cultura se implican mutuamente, que la la lengua debe concebirse como parte integrante tropología ha respondido a distintos intereses. Durante el siglo XIX y la primera mitad del XX, la antropología y la lingüística comparativa intentaban trazar las relaciones genéticas y el desarrollo histórico de las lenguas y familias lingüísticas. A posteriori, la relación entre las dos disciplinas tomó otra perspectiva por la propuesta desde el estructuralismo. Los modelos lingüísticos fueron adoptados como modelos del comportamiento cultural y social en un intento por interpretar y analizar los sistemas socioculturales; dentro de las corrientes de la antropología. La tendencia estructural pudo proponerse por la influencia de la lingüística, de la vida de la sociedad y que la lingüística está en estrecha conexión con la antropología cultural”. Para él, la lengua, como el principal sistema semiótico, es el fundamento de la cultura: "Ahora sólo podemos decir con nuestro amigo McQuown que no se da igualdad perfecta entre los sistemas de signos, y que el sistema semiótico primordial, básico y más importante, es la lengua: la lengua es, a decir verdad, el fundamento de la cultura. Con relación a la lengua, los demás sistemas de símbolos no pasan de ser o concomitantes o derivados. La lengua es el medio principal de comunicación informativa".
Antropologia de las religiones: Estudia los sistemas religiosos y de creencias.
Antropología filosófica: el propósito de la antropología ha sido logrado por la antropología filosófica que ha centrado su atención en el hombre, tomando en cuenta todos los aspectos de la existencia humana, biológica y cultural, pasada y presente, combinando estos materiales diversos en un abordaje íntegro del problema de la existencia humana. Además, se pregunta por la naturaleza fundamental de su ser, se pregunta lo que diferencia al ser humano de todos los demás seres, cómo se define a través de su existencia histórica, etc. Tales interrogantes fundamentales de la antropología filosófica pueden ser condensadas en una pregunta radical: ¿Qué es el hombre?
De la antropología biológica se desprenden:
Antropología forense: Se encarga de la identificación de restos humanos esqueletizados dado su amplia relación con la biología y variabilidad del esqueleto humano. También puede determinar, en el caso de que hayan dejado marcas sobre los huesos, las causas de la muerte, para tratar de reconstruir la mecánica de hechos y la mecánica de lesiones, conjuntamente con el arqueólogo forense, el criminalista de campo y médico forense, así como aportar, de ser posible, elementos sobre la conducta del victimario por medio de indicios dejados en el lugar de los hechos y el tratamiento perimortem y posmortem dado a la víctima.
Paleoantropología: Se ocupa del estudio de la evolución humana y sus antepasados fósiles u homínidos antiguos. A veces, también puede ser conocida como paleontología humana.
Antropología genética: Se la define como la aplicación de técnicas moleculares para poder entender la evolución homínida, en particular la humana, relacionándolas con otras criaturas no humanas.
De la arqueología se desprenden:
Arqueoastronomía: Es el estudio de yacimientos arqueológicos relacionados con el estudio de la astronomía por culturas antiguas. También estudia el grado de conocimientos astronómicos poseído por los diferentes pueblos antiguos. Uno de los aspectos de esta disciplina es el estudio del registro histórico de conocimientos astronómicos anterior al desarrollo de la moderna astronomía.
Arqueología subacuática: Sigue los preceptos de la arqueología terrestre pero se dedica, a través de la técnicas de buceo, a desentrañar antiguas culturas cuyos restos materiales que, por alguna una razón u otra, se encuentran actualmente bajo el agua.
Cada una de las ramas ha tenido un desarrollo propio en mayor o menor medida. La diversificación de las disciplinas no impide, por otro lado, que se hallen en interacción permanente unas con otras. Los edificios teóricos de las disciplinas antropológicas comparten como base su interés por el estudio de la humanidad. Sin embargo, metonímicamente en la actualidad, cuando se habla de antropología, por antonomasia se hace referencia a la antropología social.
El origen de la pregunta antropológica [editar]
Para Esteban Krotz la pregunta antropológica es ante todo una pregunta por el otro. Y en término estrictos, está presente en todo individuo y en todo grupo humano, en la medida en que ninguna de las dos entidades puede existir como aislada, sino en relación con Otro. Ese otro es el referente para la construcción de la identidad, puesto que ésta se construye por "oposición a" y no "a favor de". La preocupación por aquello que genera las variaciones de sociedad en sociedad es el interés fundador de la antropología moderna.
A pesar de que todos los pueblos comparten esta inquietud, es en Occidente donde, por condiciones históricas y sociales particulares, adquiere una importancia superior. Es innegable que ya Hesíodo, Herodoto, y otros clásicos indagaban en estas diferencias. Sin embargo, cuando Europa se halló frente a pueblos desconocidos y que resultaban tan extraordinarios, interpretó estas exóticas formas de vida ora fascinada, ora sobrecogida.


Colón toma posesión del Nuevo Mundo.
El descubrimiento de América constituye un gran hito de la pregunta antropológica moderna. Los escritos de Cristóbal Colón y otros conquistadores revelan el choque cultural en que se vio inmersa la vieja Europa. Especial importancia tienen los trabajos de los misioneros indianos en México, Perú , Colombia y Argentina en los primeros acercamientos a las culturas aborígenes. De entre ellos destaca Bernardino de Sahagún, quien emplea en sus investigaciones un método sumamente riguroso, y lega una obra donde hay una separación bien clara entre su opinión eclesiástica y los datos de sus "informantes" sobre su propia cultura. Esta obra es la Historia de las cosas de la Nueva España.
Con los nuevos descubrimientos geográficos se desarrolló el interés hacia las sociedades que encontraban los exploradores. En el siglo XVI el ensayista frances Montaigne se preocupó por los contrastes entre las costumbres en diferentes pueblos.
En 1724 el misionero jesuita Lafitau publicó un libro en el que comparaba las costumbres de los indios americanos con las del mundo antiguo. En 1760 Charles de Brosses describe el paralelismo entre la religión africana y la del Antiguo Egipto. En 1748 Montesquieu publica El espíritu de las leyes basándose en lecturas sobre costumbres de diferentes pueblos. En el siglo XIIX, fue común la presencia de relatores historicos, los cuales, a modo de cronica, describian sus experiencias a traves de viajes de gran duracion a través del mundo. En este caso se puede citar a Estanislao de la Hoz. El siglo XIX vio el comienzo de viajes emprendidos con el fin de observar otras sociedades humanas. Viajeros famosos de este siglo fueron Bastian (1826-1905) y Ratzel (1844-1904). Ratzel fue el padre de la teoría del difusionismo que consideraba que todos los inventos se habían extendido por el mundo por medio de migraciones, esta teoría fue llevada al absurdo por su discípulo Frobenius (1873-1938) que pensaba que todos los inventos básicos se hicieron en un solo sitio: Egipto.
En la de Charles Darwin y sucesos históricos como la Revolución industrial contribuirían al desarrollo de la antropología como una disciplina científica.
Nacimiento institucional de la antropología [editar]
Se considera que el nacimiento de la antropología como disciplina tuvo lugar durante el Siglo de las Luces, cuando en Europa se realizaron los primeros intentos sistemáticos de estudiar el comportamiento humano. Las ciencias sociales —que incluyen, entre otras a la jurisprudencia, la historia, la filología, la sociología y, desde luego, a la antropología— comenzaron a desarrollarse en esta época.
Por otro lado, la reacción romántica contra el movimiento ilustrado —que tuvo su corazón en Alemania— fue el contexto en el que filósofos como Herder y, posteriormente, Wilhelm Dilthey, escribieron sus obras. En ellas se puede rastrear el origen de varios conceptos centrales en el desarrollo posterior de la antropología.
Estos movimientos intelectuales en parte lidiaron con una de las mayores paradojas de la modernidad: aunque el mundo se empequeñecía y se integraba cada vez más, la experiencia de la gente del mundo resultaba más atomizada y dispersa. Como Karl Marx y Friedrich Engels observaron en la década de1840:
Todas las viejas industrias nacionales, han sido o están siendo destruidas a diario. Son desplazadas por nuevas industrias, cuya introducción, se convierte en un tema de vida o muerte para las naciones civilizadas, por industrias que no trabajan sólo con materias primas locales, sino también, con materias primas traídas de los lugares más remotos; industrias cuyos productos, no son consumidos solo por la población local, sino también por gente de todo el globo. En lugar de las antiguas demandas de consumo, satisfechas por la producción del país, encontramos nuevas necesidades, requiriendo para su satisfacción, productos de lugares y climas distantes. En lugar del antiguo aislamiento nacional y la auto-suficiencia, tenemos relaciones en todas las direcciones, interdependencia universal de naciones.
Irónicamente, esta interdependencia universal, en vez de llevar a una mayor solidaridad en la humanidad, coincidió con el aumento de divisiones raciales, étnicas, religiosas y de clase, y algunas expresiones culturales confusas y perturbantes. Éstas son las condiciones de vida que la gente en la actualidad enfrenta cotidianamente, pero no son nuevas: tienen su origen en procesos que empezaron en el siglo XVI y se aceleraron en el siglo XIX.


Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo de Guayaquil, Ecuador
Institucionalmente, la antropología emergió de la historia natural (expuesta por autores como Buffon) definida como un estudio de los seres humanos, —generalmente europeos—, viviendo en sociedades poco conocidas en el contexto del colonialismo. Este análisis del lenguaje, cultura, fisiología, y artefactos de los pueblos primitivos —como se los llamaba en esa época— era equivalente al estudio de la flora y la fauna de esos lugares. Es por esto que podemos comprender que Lewis Henry Morgan escribiera tanto una monografía sobre La Liga de los Iroqueses, como un texto sobre El castor americano y sus construcciones.
Un hecho importante en el nacimiento de la antropología como una disciplina institucionalizada es que la mayor parte de sus primeros autores fueron biólogos (como Herbert Spencer), o bien juristas de formación (como Bachoffen, Morgan, McLennan). Estas vocaciones académicas influyeron en la construcción del objeto antropológico de la época y en la definición de dos temas cruciales para la antropología a lo largo de su historia, a saber: la naturaleza del cambio social en el tiempo y del derecho (analizado bajo la forma del parentesco) y los mecanismos de herencia.
Dado que los primeros acercamientos de la antropología institucional tendían a extender los conceptos europeos para comprender a la enorme diversidad cultural de otras latitudes no europeas, se incurrió en el exceso de clasificar a los pueblos por un supuesto grado de mayor o menor progreso. Por eso, en esos primeros tiempos de indagación etnográfica, productos de la cultura material de naciones 'civilizadas' como China, fueron exhibidos en los museos dedicados al arte, junto a obras europeas; mientras, que sus similares de África o de las culturas nativas de América se mostraban en los museos de historia natural, al lado de los huesos de dinosaurio o los dioramas de paisajes (costumbre que permanece en algunos sitios hasta nuestros días). Dicho esto, la práctica curatorial ha cambiado dramáticamente en años recientes, y sería incorrecto ver la antropología como fenómeno del régimen colonial y del chovinismo europeo, pues su relación con el imperialismo era y es compleja.
La antropología continuó refinándose de la historia natural y, a finales del siglo XIX, la disciplina comenzaba a cristalizarse —en 1935, por ejemplo, T.K. Penniman escribió la historia de la disciplina titulada 100 años de la Antropología—. En esta época dominaba el “método comparativo”, que asumía un proceso evolutivo universal desde el primitivismo hasta la modernidad; ello calificaba a sociedades no europeas como “vestigios” de la evolución que reflejaban el pasado europeo. Los eruditos escribieron historias de migraciones prehistóricas, algunas de las cuales fueron valiosas y otras muy fantásticas. Fue durante este periodo cuando los europeos pudieron, por primera vez, rastrear las migraciones polinésicas a través del océano Pacífico. Finalmente, discutieron la validez de la raza como criterio de clasificación pues decantaba a los seres humanos atendiendo caracteres genéticos; pese a coincidir el auge del racismo.
En el siglo XX, las disciplinas académicas comenzaron a organizarse alrededor de tres principales dominios: ciencia, humanismo y las ciencias sociales. Las ciencias, según el falsacionismo dogmático e ingenuo, explican fenómenos naturales con leyes falsables a través del método experimental. Las humanidades proyectaba el estudio de diversas tradiciones nacionales, a partir de la historia y las artes. Las ciencias sociales intentan explicar el fenómeno social usando métodos científicos, buscando bases universales para el conocimiento social. La antropología no se restringe a ninguna de estas categorías.
Tanto basándose en los métodos de las ciencias naturales, como también creando nuevas técnicas que involucraban no sólo entrevistas estructuradas sino la consabida “observación participante” desestructurada, y basada en la nueva teoría de la evolución a través de la selección natural, propusieron el estudio científico de la humanidad concebida como un todo. Es crucial para este estudio el concepto de cultura. La cultura ha sido definida en la antropología de las formas más variadas, aunque es posible que exista acuerdo en su conceptualización como una capacidad social para aprender, pensar y actuar. La cultura es producto de la evolución humana y elemento distintivo del Homo sapiens y, quizás, a todas las especies del género Homo, de otras especies, y como una adaptación particular a las condiciones locales que toman la forma de credos y prácticas altamente variables. Por esto, la “cultura” no sólo trasciende la oposición entre la naturaleza y la consolidación; trasciende y absorbe peculiarmente las distinciones entre política, religión, parentesco, y economía europeas como dominios autónomos. La antropología por esto supera las divisiones entre las ciencias naturales, sociales y humanas al explorar las dimensiones biológicas, lingüísticas, materiales y simbólicas de la humanidad en todas sus formas.
El devenir de la antropología durante el siglo XX [editar]
En este apartado se considera la consolidación de la antropología como una disciplina por derecho propio. Sin embargo, no es, ni de lejos, un edificio monolítico. Como todas las corrientes de pensamiento, se relaciona directamente con el contexto social en el que se produce. De esta manera se puede entender la divergencia entre las varias escuelas nacionales de la antropología, que se fueron consolidando durante los últimos años del siglo XIX y la mitad del siglo XX.
El desarrollo de la sociología y la etnología francesa [editar]
La antropología francesa tiene una genealogía menos clara que las tradiciones inglesa o estadounidense. Muchos comentaristas consideran falsamente a Marcel Mauss como el fundador de la tradición antropológica francesa. Mauss era un miembro del grupo del Annee Sociologique, la revista dirigida por Émile Durkheim y mientras Mauss estudiaba la situación de las sociedades modernas, Mauss y sus colaboradores (como Henri Hubert y Robert Hertz) recurrieron a la etnografía y filología para analizar las sociedades que no estaban tan diferenciadas como las naciones-estado europeas. En particular, en el Ensayo sobre los dones se probaría de relevancia permanente en los estudios antropológicos acerca de las redistribución de los bienes y la reciprocidad.
En el periodo de entreguerras, el interés en Francia por la antropología concurría en movimientos culturales más amplios como el surrealismo y el primitivismo que recurrían a la etnografía como fuente de inspiración. Marcel Griaule y Michel Leiris son ejemplos de personas que mezclaron la antropología y la vanguardia francesa. En este periodo la mayor parte de lo que se conoce como etnología se restringía a los museos, y la antropología tuvo una estrecha relación con las investigaciones del folclore.
Sin embargo, fue sobre todo Claude Lévi-Strauss quien ayudó a institucionalizar esta ciencia en Francia. Además de la trascendencia del estructuralismo, Lévi-Strauss estableció vínculos con antropologistas estadounidenses e ingleses. Al mismo tiempo estableció centros y laboratorios por toda Francia para proveer de un contexto institucional para la antropología mientras entrenaba a estudiantes influyentes como Maurice Godelier o Françoise Héritier que se volvería muy influyente en su escuela. Muchas particularidades de la antropología francesa actual son consecuencia de que se investigue en laboratorios privados más que en universidades.
El culturalismo estadounidense [editar]


Los primeros antropólogos estadounidenses se volcaron al estudio de los indígenas de su país. En la foto, una joven zuñi, pueblo de Nuevo México.
La corriente culturalista fue llamada de esa manera por el especial interés que puso en el análisis de la cultura, a diferencia de la antropología social británica (interesada en el funcionamiento de las estructuras sociales), y la etnología francesa desarrollada por Émile Durkheim y Marcel Mauss.
Los pioneros de la antropología estadounidense fueron miembros del staff del Bureau of Indian Affairs ("Agencia de Asuntos Indios") y del Smithsonian Institution's Bureau of American Ethnology ("Agencia de Etnología Estadounidense del Instituto Smithsoniano"), como John Wesley Powell y Frank Hamilton Cushing. La antropología académica en Estados Unidos fue establecida por Franz Boas, quien aprovechó su puesto en la Universidad de Columbia y el Museo Americano de Historia Natural para entrenar y desarrollar múltiples generaciones de estudiantes.
La antropología de Boas era políticamente activa y sospechaba de las investigaciones del gobierno o los mecenas. También era rigurosamente empírica y escéptica de generalizaciones e intentos de establecer leyes naturales. Boas estudió hijos de inmigrantes para demostrar que las razas biológicas no eran inmutables y que la conducta y el comportamiento humano eran resultado del entorno y no de la naturaleza.
Partiendo de la filosofía alemana, Boas (que era austriaco) sostuvo la diversidad de culturas cuya evolución no podía ser medida respecto a la civilización europea. Boas propuso como premisa básica que cada cultura debía ser estudiada en su particularidad; y que no era posible generalizar sobre culturas diferentes, tal como se había venido haciendo en la naciente antropología por imitación de las ciencias naturales (Boas, 1964: Cap. III).
La primera generación de estudiantes de Boas incluyó a Alfred Kroeber, Robert Lowie y Edward Sapir. Ellos produjeron estudios muy detallados que fueron los primeros en describir a los indios de América del Norte. Al hacer eso, dieron a conocer una gran cantidad de detalles que fueron usados para atacar la teoría del proceso evolutivo único. Su énfasis en los idiomas indígenas contribuyó al desarrollo de la lingüística moderna (comenzada por Ferdinand de Saussure) como una verdadera ciencia general.
La publicación del libro Anthropology ("Antropología"), escrito por Alfred Kroeber, marcó un punto clave en la antropología estadounidense. Tras décadas de recopilación crecieron las ganas de generalizar. Eso fue más evidente en los estudios sobre cultura y personalidad llevados a cabo por boasianos como Margaret Mead (1967), Ralph Linton (1972) y Ruth Benedict (1964). Influenciados por Sigmund Freud y Carl Jung. Estos autores analizaron cómo las fuerzas socio-culturales forjan la personalidad individual.
El funcionalismo británico [editar]


Los antropólogos británicos se especializaron en el estudio de las sociedades colonizadas por la Corona británica. Radcliffe-Brown decía que la antropología social tenía por objeto el conocimiento de aquellas sociedades para apoyar la tarea de los administradores coloniales. En la imagen, un gurpo de zulúes comiendo.
Tesis centrales del funcionalismo [editar]
El funcionalismo se inspiró en la obra de Émile Durkheim. Apelaba al paralelismo estricto entre las sociedades humanas y los organismos vivos (Radcliffe-Brown, cap.8; Durkheim, 2000: cap. V), en lo que respecta a la forma de evolución y conservación. Tanto en las estructuras sociales como en los organismos biológicos, la armonía depende de la interdependencia funcional de las partes. Las funciones, a la luz de este enfoque, son analizadas como obligaciones (comportamientos necesarios) en las relaciones sociales. La función sustenta la estructura social, permitiendo la cohesión fundamental, dentro de un sistema de relaciones sociales.
Una mirada histórica sobre el funcionalismo británico [editar]
Mientras que Boas atacó a sus oponentes prestando atención a los detalles, en Gran Bretaña la antropología moderna fue formada mediante el rechazo de reconstrucción histórica en el nombre de una ciencia de la sociedad que se concentraba en analizar como se mantenían las sociedades en el presente.
Las dos personas más importantes en esta tradición fueron Alfred Reginald Radcliffe-Brown y Bronislaw Malinowski, quienes lanzaron sus obras seminales en 1922. Las investigaciones iniciales de Radcliffe-Brown en las islas Andamán fue realizada al estilo antiguo, pero luego de leer a Émile Durkheim publicó el relato de su investigación (simplemente titulado The Andaman Islanders) que estaba muy influenciado por el sociólogo francés.
Al pasar el tiempo fue desarrollando un enfoque conocido como funcionalismo estructuralista que se concentraba en como las instituciones de las sociedades buscaban balancear o crear un equilibrio en el sistema social para que siguiera funcionando armoniosamente. Malinowski, en cambio, defendía un funcionalismo que examinaba la forma en que la sociedad funcionaba para satisfacer las necesidades individuales. Sin embargo, Malinowski no es conocido por esta teoría, sino por su etnografía detallada y sus avances en metodología. Su clásico Los argonautas del Pacífico Occidental defendía la idea de que hay que obtener "el punto de vista del nativo" y un enfoque que buscaba que los investigadores hicieron su trabajo en la sociedad correspondiente, el cual se convirtió el estandarte en esta disciplina (Malinowski 1973: Introducción).
Tanto Malinowski como Radcliffe-Brown tuvieron éxito gracias a que, como Boas, entrenaron activamente a sus estudiantes y desarrollaron instituciones que ayudaron a sus ambiciones programáticas, en especial en el caso de Radcliffe-Brown, que esparció sus planes para la antropología social enseñando en universidades a lo largo de todo el Mancomunidad Británica de Naciones. Desde fines de los años 1930 hasta el período posguerra se editaron una serie de monografías y volúmenes editados que establecieron el paradigma de la antropología social británica. Las etnografías más famosas incluyen Los Nuer, de Edward Evan Evans-Pritchard, y The Dynamics of Clanship Among the Tallensi por Meyer Fortes, mientras que los volúmenes más conocidos que fueron editados incluyen Sistemas africanos de parentesco y matrimonio y Sistemas políticos africanos.
Funcionalismo, Funcionalismo Estructuralista, Antropología Cognoscitiva, Antropología Simbólica y Ecología Cultural [editar]
La teoría funcionalista vio a la cultura como un elemento para satisfacer las necesidades del individuo en la sociedad. La teoría funcionalista estructuralista acentuó la contribución que hacen las diferentes partes del sistema social al mantenimiento de la sociedad total.
La antropología cognoscitiva interpreta a la cultura como un programa para la conducta, más que la conducta en sí misma, la antropología simbólica enfatiza a la cultura como un sistema compartido de símbolos y significados.
Los ecólogos culturales están primariamente interesados en la cultura o los sistemas socioculturales entendiéndolos como un sistema de conducta transmitido socialmente y que sirve para conectar a las comunidades a sus asentamientos naturales.
La antropología en Iberoamérica [editar]
La antropología iberoamericana enraiza en la escuela culturalista estadounidense de Boas. Uno de sus alumnos, Manuel Gamio, fundó la tradición antropológica mexicana, y el mismo Boas dio clases en ese país.
Su desarrollo como disciplina científica en casi todos los países del subcontinente está ligada con la actividad estatal. De hecho, en el periodo comprendido aproximadamente entre los años 1930 y 1970, en muchos países de América Latina se fundaron instituciones antropológicas paraestatales que tenían la función de planificar y desarrollar programas de desarrollo dirigidos a la integración de los indígenas en la sociedad nacional.
Posteriormente, durante la década de 1960 y hasta 1980 aproximadamente, la antropología iberoamericana recibió una fuerte influencia del marxismo, que se convirtió en la corriente dominante en muchas de las instituciones formadoras de los antropólogos iberoamericanos. El avance de la teoría marxista en la antropología de la región puso el énfasis de la investigación social en cuestiones relacionadas con el subdesarrollo, las comunidades campesinas, la cuestión indígena y su exclusión con respecto al resto de la sociedad. Al mismo tiempo, los antropóplogos volvieron la mirada a la ciudad, interesados en el fenómeno de la rápida urbanización que se vivía en países como Argentina, Brasil, México y Perú; proceso que iba acompañado de un deterioro en las condiciones de vida de las familias citadas de primera generación.
La antropología en tiempos modernos [editar]


En la década de los setentas, la antropología ecológica tomó un gran impulso. Uno de los más clásicos ejemplos de esta corriente es Marvin Harris y el materialismo cultural, para quien los más misteriosos comportamientos de la humanidad (como el culto a las vacas en India) podían ser interpretados con base en razones prácticas (Harris,1996: cap I). Friedman (2003) resume la polémica surgida en torno a este tipo de trabajos.
Antes de la Segunda Guerra Mundial la antropología social británica y la antropología cultural estadounidense mantenían posturas diferentes sobre su método y concepción de la antropología. Tras la guerra, se acercarían hasta crear una antropología sociocultural.
En los años 1950 y la mitad de la década siguiente la antropología tendió a modelarse siguiendo la ciencia natural. Algunos, como Lloyd Fallers o Clifford Geertz, se concentraron en los procesos de modernización a través de los cuales se desarrollarían los nuevos Estados independientes. Otros, como Julian Steward o Leslie White estudiaron la forma en que las sociedades evolucionan sobre su ambiente ecológico -una idea popularizada por Marvin Harris-.
La antropología económica, influenciada por Karl Polanyi y desarrollada por Marshall Sahlins y George Dalton resaltaron las debilidades conceptuales de la economía tradicional para abordar los mecanismos de explotación y distribución de los bienes en las sociedades precapitalistas. Acusaban que las teorías ortodoxas ignoraban los factores culturales y sociales en estos aspectos de la esfera económica social, y que por tanto, sus preceptos no eran universales. En Inglaterra, el paradigma de la Sociedad Británica de antropología fue escindido cuando Max Gluckman y Peter Worsley se inclinaron hacia el marxismo. Lo mismo ocurrió en el momento que Rodney Needham y Edmund Leach incorporaron el estructuralismo de Lévi-Strauss a su análisis antropológico (por ejemplo, en la obra Cultura y comunicación... del primer autor).
El estructuralismo también influyó en ciertas investigaciones en los años sesenta y setenta, incluyendo la antropología cognitiva y el análisis de componentes. Autores como David Schneider, Clifford Geertz, y Marshall Sahlins elaboraron un concepto más laxo de la cultura como red de símbolos y significados, la cual se volvió muy popular dentro y fuera de la disciplina. Adaptándose a su tiempo, ciertos grupos de antropólogos se volvieron más activos en política, sobre todo tras la guerra de independencia argelina y su oposición a la guerra de Vietnam. En ese contexto, el marxismo se volvió uno de los enfoques más difundidos en la disciplina.
En la década de los años 1980 la cuestión del poder —analizada por Eric Wolf en Europa y los pueblos sin historia— fue central en la disciplina. Libros como Anthropology and the Colonial Encounter consideraron los vínculos entre la antropología y la inequidad colonial, al tiempo que la amplia popularidad de teóricos como Antonio Gramsci y Michel Foucault llamaron la atención hacia los temas del poder y la hegemonía. El género y la sexualidad se convirtíeron en temas centrales. Lo mismo ocurrió con la relación entre historia y antropología, relación analizada por Marshall Sahlins, que llevó a Lévi-Strauss y Fernand Braudel a examinar la relación entre la estructura social y el agente individual.
A finales de los ochenta autores como George Marcus y James Clifford cuestionaron la autoridad etnográfica, particularmente en el cómo y el por qué es posible el conocimiento y la autoridad de la antropología. La crítica de estos autores se centra en la supuesta "neutralidad" de los etnógrafos. Forma parte de la tendencia posmodernista contemporánea. En los años recientes (1990-2006) los antropólogos han prestado más atención a la medicina y biotecnología, la globalización, los derechos indígenas y la antropología urbana. Es importante señalar que, en especial, los dos últimos temas (derechos indígenas y antropología urbana) se encontraban presentes en la discusión antropológica de los países latinoamericanos. Como ejemplo tenemos el análisis de la cultura de la pobreza, emprendido por Oscar Lewis en la ciudad de México en la década de los cincuenta, y los trabajos de la corriente indigenista latinoamericana surgida a partir de la década de 1930 y que concluye con el México Profundo de Guillermo Bonfil.
Ética, política y antropología [editar]


Capitulación japonesa en el acorazado Missouri. La colaboración de los antropólogos estadounidenses con su Ejército nacional fue muy activa. Ruth Benedict (1976: Introducción), por ejemplo, realizó una excelente monografía sobre la cultura japonesa con la intención expresa de apoyar al mando militar de su país.
Algunos problemas éticos surgen de la sencilla razón de que los antropólogos tienen más poder que los pueblos que estudian. Se ha argumentado que la disciplina es una forma de colonialismo en la cual los antropólogos obtienen poder a expensas de los sujetos. Según esto, los antropólogos adquieren poder explotando el conocimiento y los artefactos de los pueblos que investigan. Estos, por su parte, no obtienen nada a cambio, y en el colmo, llevan la pérdida en la transacción. De hecho, la llamada escuela británica estuvo ligada explícitamente, en su origen, a la administración colonial.
Otros problemas son derivados también del énfasis en el relativismo cultural de la antropología estadounidense y su añeja oposición al concepto de raza. El desarrollo de la sociobiología hacia finales de la década de 1960 fue objetado por antropólogos culturales como Marshall Sahlins, quien argumentaba que se trataba de una posición reduccionista. Algunos autores, como John Randal Baker, continuaron con el desarrollo del concepto biológico de raza hasta la década de 1970, cuando el nacimiento de la genética se volvió central en este frente.
Recientemente, Kevin B. McDonald criticó la antropología boasiana como parte de la estrategia judía para acelerar la inmigración masiva y destruir a Occidente (The Culture of Critique, 2002). En tanto que la genética ha avanzado como ciencia, algunos antropólogos como Luca Cavalli-Sforza han dado actualizado el concepto de raza de acuerdo con los nuevos descubrimientos (tales como el trazo de las migraciones antiguas por medio del ADN de la mitocondria y del cromosoma Y).
Por último, la antropología tiene una historia de asociaciones con las agencias gubernamentales de inteligencia y la política antibelicosa. Boas rechazó públicamente la participación de los Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, lo mismo que la colaboración de algunos antropólogos con la inteligencia de Estados Unidos. En contraste, muchos antropólogos contemporáneos de Boas fueron activos participantes en esta guerra de múltiples formas. Entre ellos se cuentan las docenas que sirvieron en la Oficina de Servicios Estratégicos y la Oficina de Información de Guerra. Como ejemplo, se tiene a Ruth Benedict, autora de El crisantemo y la espada, que es un informe sobre la cultura japonesa realizado a pedido del Ejército de Estados Unidos.
En 1950 la Asociación Antropológica Estadounidense (AAA) proveyó a la CIA información especializada de sus miembros, y muchos antropólogos participaron en la Operación Camelot durante la guerra de Vietnam.
Por otro lado, muchos otros antropólogos estuvieron sumamente activos en el movimiento pacifista e hicieron pública su oposición en la American Anthropological Association, condenando el involucramiento del gremio en operaciones militares encubiertas. También se han manifestado en contra de la invasión a Irak, aunque al respecto no ha habido un consenso profesional en Estados Unidos.
Los colegios profesionales de antropólogos censuran el servicio estatal de la antropología y sus deontologías les pueden impedir a los antropólogos dar conferencias secretas. La Asociación Británica de Antropología Social ha calificado ciertas becas éticamente peligrosas. Por ejemplo, ha condenado el programa de la CIA Pat Roberts Intelligence Scholars Program, que patrocina a estudiantes de antropología en las universidades de Estados Unidos en preparación a tareas de espionaje para el gobierno. La Declaración de Responsabilidad Profesional de la American Anthropological Association afirma claramente que "en relación con el gobierno propio o anfitrión (...) no deben aceptarse acuerdos de investigaciones secretas, reportes secretos o informes de ningún tipo".
Véase también [editar]
Artes y tradiciones populares
Etnografía
Etnología
Folclore
Geografía cultural
Lingüística
Documental etnográfico
Antropología filosófica
Antropología visual
Antropología médica
Ciberantropología
Referencias [editar]
BOAS, Franz (1964): Cuestiones fundamentales de antropología cultural. Solar/Hachette. Buenos Aires.
BENEDICT, Ruth (1964): El hombre y la cultura. Sudamericana. Buenos Aires.
—(1976): El crisantemo y la espada. Alianza Editorial. Barcelona.
DURKHEIM, Émile (1964): Las reglas del método sociológico. Colofón. México.
FRIEDMAN, Johnatan (2003): "Marxismo, estructuralismo y materialismo vulgar". En Revista bRiCoLaGe. No. 3, 49-68. Tr. José Luis Lezama N. Universidad Autónoma Metropolitana - Unidad Iztapalapa. México. [1]
GARCÍA CUADRADO, José Ángel (2001): Antropología filosófica, Eunsa, Pamplona.
HARRIS, Marvin (1996): Vacas, cerdos, guerras y brujas. Alianza Editorial. Barcelona.
KROTZ. Esteban: La otredad cultural entre utopía y ciencia. Fondo de Cultura Económica, México.
LINTON. Ralph (1972): El estudio del hombre. Fondo de Cultura Económica, México.
MEAD, Margaret (1967): Educación y cultura. Paidós. Buenos Aires.
MALINOWSKI, Bronislaw (1973): Los argonautas del pacífico occidental: un estudio sobre comercio y aventura entre los indígenas de los archipiélagos de la Nueva Guinea Melanésica. Península. Barcelona.
WOLF, Eric: Europa y los pueblos sin historia. Fondo de Cultura Económica, México.
Enlaces externos [editar]
Commons
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Wikcionario
Wikcionario tiene una entrada sobre antropología.
Español:
Apuntes de Antropologia
Visita virtual al Museo Nacional de Antropología e Historia de México
Museo Nacional de Antropologia e Historia - Ciudad de México, México
AIBR - Asociación de Antropólogos Iberoamericanos en Red y revista de antropología.
ICA, Insitut Català d'Antropologia.
NAyA - Noticias de Antropología y Arqueología.
Antropología y Ciencias Sociales - Enlaces (Perú)
Departamento de Antropología Social de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa (México)
Revista de Antropología Experimental de la Universidad de Jaén (España)
Gazeta de Antropología (España)
Expresiones Etnográficas.
Sitio de Antropología (Chile)
Revista Chilena de Antropología Visual (Chile)
Potlatch - Cuaderno de antropología y semiótica (Argentina)
COLANTROPOS - Colombia en la antropología / La antropología en Colombia
Inglés:
MASN, organización estudiantil internacional de antropología
The American Anthropological Association Homepage
Anthropology. Info
Anthrobase.com
Anthropology.net
Teoría de la Antropologia (document el número 9 en español, número 10 y 11 al inglés)
Francés:
L'Homme, revista francesa de antropología
Sitio de Paleopatologia e de Patografia
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Antropolog%C3%ADa"